Es mi primer relato y me estoy entrenando pera el concurso de mi colegio, no soy muy bueno en esta categoría, espero escribir mas y mejor.
Querido diario:
7:00 de la mañana, no podía seguir durmiendo, el despertador aun no había sonado, la habitación está oscurecida, vagamente alcanzo a ver el tiempo que hace fuera; está nublado, abro la ventana y una ventisca azota mi cuerpo. Un día frío y nublado, no es lo que se espera para el mejor día de tu vida, pero aun quedaba esperanza.
Después de una mañana en casa entreteniéndose con la playstation no esperaba un día emocionante.
Tres llamadas, una misma hora y un plan en común, una tarde cualquiera nada más.
Media tarde, apunto de marchar, suena el teléfono con el mismo sonido de siempre,
Esa canción de vivaldi que ya forma parte de tu historia.
- ¿Si?
- Hola soy marta ¿está pedro?
- Si soy yo
- Ay! Hola, era por si te venias conmigo a la disco y tal
- Perfecto! Ahora mismo te recojo.
Cambio de planes, tres llamadas, atraso de la hora fijada, la Bella había llamado a Bestia, y Bestia emocionado acompañará a su princesa.
La calle estaba llena pero yo solo la veía a ella, sabes que para mi eres la única…
Llegamos a la discoteca, todo sobre ruedas, pero que me sucede, las piernas me tiemblan, el corazón palpita a toda velocidad, en mi cerebro solo tengo tu imagen y no coordino bien mis movimientos. Me he quedado bloqueado, solo ando para adelante, te digo cosas sin sentido, necesito un trago.
Aquí comienza la batalla en mi mente:
- Mírala, está sola, aburrida ¿Por qué no dejas de mirar para sus labios?
- Sabes que no puedo, deseo besarla, porque no me ayudas un poco
- Estoy bloqueado, no puedo ofrecerte ideas, vagamente consigo enviarte las imágenes de su figura
- No puedo hacer esto solo, aquí me tienes bailando con pies de plomo, sintiendo sus manos sobre las mías, deseando besarla.
- Hazlo de una vez, acaba con esto y haz tus sueños realidad.
- No puedo, esto es inútil, acabaríamos mal.
- No le des tantas vueltas, lo estás deseando ¿Por qué no lo haces?
- Porque la quiero.
Ahora estoy aquí, frente a mi diario, dándole vueltas a la cabeza mientras escucho a Antonio flores con su canción “No dudaría”. Y se que esta noche dormiré pensando en porque no lo hice y preguntándome si me ofrecerás otra oportunidad.