Círculo de Lectores es una empresa que ha cambiado muchísimo de veinte años a esta parte. Antes era una alternativa interesante a cualquier librería, con ediciones propias y a veces muy bien cuidadas, con más catálogo del que mucha gente de ciudades pequeñas podía pensar en disponer antes de Internet.
Pero ahora es una empresa con un márketing agresivo, unos agentes que van captando clientes a los que a veces no les asusta amedrentar ancianos (con mi abuela, de 91 años, lo intentaron. Menudo hueso intentaron roer, acabaron en la calle tan rápido que creían haberse teletransportado) y un catálogo horrible horrible. Sólo interesan sus ediciones propias de algunas cosas, pero de nuevo, no justifica la compra obligatoria de X libros al mes.
Además es caro de narices.