El ganador claro ha sido Mariano Rajoy, disguste a quien disguste.
Era el que más tenía que perder en todos los aspectos, en todos los frentes, y al final ha salido perfectamente bien de la mayoría de los frentes.
Tanto descojonarse con el plasma de Mariano, tanto hacer la coña con que enviaba a Soraya porque él no se atrevía... pues al final, yo le he visto relajado en la amplísima mayoría del debate. Si no fuese porque lógicamente lo de la corrupción le tocaba cerca, casi podría colgar la camisa al llegar a casa sin una mísera arruga.
No sé a qué jugaban los demás (bueno, Sánchez sí: a poner caritas, que es para lo único que sirve el pobre)