Triunfar en la vida. A mí siempre me ha sonado como si la vida fuese un juego o una carrera, donde todos competimos por lograr los mismos objetivos.
Creo que eso de
triunfar en la vida no es más que una fantasmagoria creada por un subconsciente colectivo altamente sugestionado por los medios de comunicación (o si lo preferís, la sociedad).
Es decir, la inmensa mayoría de la gente vaga por el mundo sin objetivos, sin una meta, sin saber lo que quiere hacer con su existencia. Y entonces recurre a una serie de figuras-clichés que la sociedad moderna considera modelos de realización.
¿Y cuáles son las cosas que persiguen estos modelos? Dinero, poder, fama, reconocimiento... alimento para el ego. Curiosamente, parece que nos empeñamos en perseguir aquellas cosas que envidiamos de los demás, para que al conseguirlas, seamos nosotros el objeto de envidia.
Ahora bien, al márgen de patrañas socialmente asimiladas de lo que puede ser o no el triunfo, cada cual debería plantearse qué es lo que quiere en esta vida. Y el grado en el que cumpla los requisitos que cada uno se autoimponga determinará, EMHO, en qué grado ha triunfado.
Es decir, si una persona busca por encima de todo formar una familia y llevar una vida sencilla junto a su gente no tiene sentido que se dedique a amasar fortunas o a trascender a lo largo de la historia. Y del mismo modo, alguien que pretende "ser alguien", dejar algo para la posteridad, hacer cosas importantes... no debería conformarse con ver pasar los años en compañía de sus seres queridos.
Al final no somos millones de personas compitiendo en una carrera por el éxito, cada cual recorre su propio camino.
Pero de todas formas... ¿éxito? Lo único que realmente importa y lo único que podemos reprocharnos a nosotros mismos a lo largo de los años, es qué camino decidimos tomar.
Hasta aquí otra entrega más de mi particular filosofía de pacotilla
Saludos.