Junto a los dos últimos Burnouts, es lo más espectacular que puedes encontrar en Xbox.
Compra obligada (y más al precio que lo vas a comprar en play.com).
El juego es tremendo, mano a mano con el Richard Burns. Lo único que no me termina de convencer es la falta de realismo en las colisiones más fuertes. Puedes ir a 250 por hora, comerte un poste de frente y te paras en seco. Eso sí, como lo pilles de lado estás dando vueltas de campana hasta el día del juicio. Eso está bien hecho.
Los daños están geniales, mucho cuidadito con romper las luces en las etapas de noche... sobre todo si son por nieve .
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