Los jugadores del Madrid se reúnen en el vestuario para discutir la táctica del partido. Pero el Barça está jugando tan mal, que los madridistas no le encuentran la motivación al partido.
En esto que salta Raúl y dice:
- "oye, ¿qué os parece si juego yo solo? Creo que con eso valdría"
Todos están de acuerdo, y el día del partido Raúl va al estadio y el resto del equipo al bar.
Mientras Casillas y Ronaldo discuten tranquilamente en la barra, Helguera y Zidane echan una partidita al billar, Figo se pule el sueldo en las tragaperras... todo esta tan tranquilo que no se dan cuenta de que el partido ha comenzado ya hace un buen cuarto de hora, cuando Carlos Queiroz enciende la tele y pone el teletexto que da la noticia:
Madrid 1 -Barcelona 0 (minuto 10 Raúl)
Satisfechos, apagan la tele y vuelven a sus cosas hasta que miran otra vez el reloj y ven que el partido debe de haber acabado ya.
En ese momento vuelven a darle al teletexto y leen horrorizados el resultado final:
Madrid 1 (minuto 10 Raúl) - Barcelona 1 (minuto 93 Kluiver)
Todos se precipitan corriendo al estadio, entran en el vestuario y se encuentran a Raúl sentado con la cabeza entre las manos,
gimoteando:
- "no es posible, no puede ser...".
Se le acerca Queiroz, le pone la mano en el hombro y le dice:
"pero... ¿que ha pasado?"
Raúl levanta la cabeza, con los lagrimones corriéndole por las mejillas y dice:
- "es increíble, todo iba bien, tenia dominado el partido, marco en el minuto 10 y el hijoputa del arbitro va y me expulsa en el minuto 12..."