...Eran las siete de la mañana de un día lunes para cualquiera, pero no para esta ciudad, si es que se le puede llamarse así, luego de la devastación enferma y maldita que le diese el virus del cual no había cura y que la carcomió hasta sus entrañas; se sentía un silencio sepulcral en el ambiente, nadie creería que antes había gente allí y que ya nadie jugase ni corriese por sus calles, era como si la sangre que corrió como desenfrenada por ahí no hubiera sido capaz de recogerla y guaradrla para poder sobrevivir apenas, es decir: MUERTA. Así de simple. Pasaron las horas, y de pronto se sintieron pequeños atisbos de vida en su interior, como manantiales de suero que le empezaban a llegar del exterior para revivirla a fuerza, era un grupo de 12 personas que fueron a cumplir su labor: destruir aquel edificio donde había comenzado todo.
-Hey Juan, podemos empezar ya? Preguntó el encargado.
-Sí, hombre, sí. Cuando queráis! Dijo el jefe
Y empezó la demolición, con un ruido que recuerda los últimos estertores de un ser a punto de pasar a mejor vida, eran veraderos alaridos que eran capaces de congelar la sangre, estaban empezando a asustar a los hombres y muchos se fueron inmediatamente, otros más tarde, no querían escuchar esos lamentos de ultratumba, hasta que quedaron los dos sólos.
-Mi....! No me puedo ir! Quién c..o le dará comida a mis chicos? Ya no me quedan más dólares! Asintió Javier, el empleado.
-Y yo! Qué le digo al señor Avellanos? Que no pudimos hacerlo porque somos unos miedicas? Ni de co..!! Replicó Juan.
Y siguieron con su labor, no sin un poco (bastante a decir verdad) recelo, el edificio se iba cayendo a pedazos, tal como se caen las cartas de una baraja al formar la pirámide aquella, hasta que sintieron algo especial: una voz que les llamaba desde el interior de una de las salas que no había sido demolida aún, y a pesar de todo el miedo que les recorría la espalda desde la nuca hasta el cóccix como un ascensor vertiginoso en todo momento, fueron allá. Caminaron por pasillos estrechos, húmedos y obscuros, en los que la luz del sol se había ido para siempre hacia un viaje sin retorno, cada cual con más vueltas y laberinbtos, hasta que llegaron a la sala. Les temblaban las manos hasta el punto de no poder coger elemento alguno, pensando en lo que podía y no podía ser que estuviese ahí; de todos modos abrieron la puerta y entraron, aquello era una especie de campanario antiguo en donde la maquinaria que funcionaba ahí estaba tirada por el suelo, junto con todos los pedazos de pared producto del derrumbe parcial de la propiedad; ambos deciden sentarse en el suelo, cansados de tanto andar. se miraron a los ojos para ver si todo marchaba a la perfección, pero en ese instante, se empezó a sacudir la tierra de forma violenta: UN TERREMOTO (SISMO)!!! gritaron ambos, y de repente Juan le dijo a Javier:
-Hombre! que tienes la mano muy fría y me tocáis la pierna!
-YO? No me he movido de aquí ni por casualidad! Contestó Javier.
-Entonces...Quién es? Preguntó Juan.
En ese instante, se movió el piso y apareció él, el monstruo: Sus manos parecían puntas hechas de metal como hoces enormes, su cuerpo estaba hecho de pedazos de carne en mal estado, unos ojos rojos color sangre, que mostraban inequívocamente su furia incontrolable, en cuyo trasluz se podía leer la palabra VENGANZA, de estatura considerable, de brazos muy fuertes como dos mazos anclados a él y cuya cabeza era un cráneo con unios dientes agudísimos, capaces de cortar piedras por su filo y su brillantez de diamante! Aquello era aterrador, sin duda! ambos, sin pensarlo dos veces, se largaron a correr despavoridos, pero uno de los brazos alcanzó a Juan y lo agarró tan fuerte, que no se pudo soltar por más que quisiera; estaba sudando hasta los huesos y javier no lo podía ayudar porque estaba totalmente paralizado! de pronto se sintió un crujir de huesos: El monstruo había soltado una risa macabra y se pasaba su lengua entre sus dientes, como felicitándose por su víctima!, mientras hacía eso, le fue cortando uno por uno los dedos a su víctima que gritaba de dolor con espanto, eran veraderos lamentos que se mezclaban con los ruidos de los dedos cortados con los dedos de este ser de ultratumba; no creo que sea necesario describir a los dedos, verdad?; luego le extirpó los brazos de la misma forma que las piernas al igual que sus dedos; ya sólo quedaba el tronco y la cabeza, cuando de repente se escucha:
NOOOO!!!!!!!
Javier queda alelado con lo que vio: El monstruo le arrancó la cabeza de cuajo a Juan!!! La cabeza quedó mirando hacia el cielo con los ojos acojonados y la quijada abierta en su totalidad, como si preguntara: POR QUÉ?????, bañada en un charco de sangre y rodeada por las otras partes, Javier dijo: ME VOY!!!!!, corrió lo más que pudo y se escapó de ahí horrorizado, diciendo:
-Si voy a la poli, no me creerán! Me largo!!!!!
El monstruo, todavía dentro de la habitación, decía:
"...HAHAHAHAHAHA! Creían que se iban a librar de mí tan fácil, idiotas? Ahora que ya recuperé mi genio, nadie va a burlarse del inventor del G y T-Virus, NEMESIS!!!!!! S.T.A.R.S., Llegó su fin!
JAJAJAJAJA!!!!!!!!!!
bueno, ya veís que que trata la historia y qué cursos puede tomar! este es el fin del primer capítulo, espero que os guste, si no entendéis alguna palabra, os la explico aquí, vale?