He jugado y completado los 3 Castlevanias. Quizás mi opinión llegue un poco tarde.
- Dawn of Sorrow
Es más bien la segunda parte de Aria of Sorrow y los cambios sustanciales se reducen en el uso de stylus y el cambio del estilo de dibujo de los personajes. Su sistema de almas es realmente interesante y también uno de los más fáciles de aceptar para jugar, puesto que encontrarlos recuerda al sistema de "dropeo" de muchos juegos RPG y usarlos ofrece mucha versatilidad a Soma Cruz. Los dos finales de Soma y el final alternativo con Julius ofrecen mayor rejugabilidad. Es el Castlevania más dedicado al castillo del Conde Drácula de los tres y el único que te obliga a usar el stylus para pasarte el juego.
- Portrait of Ruin
Se agradecen esos cambios de decorados y de mapeados gracias al recurso de los "cuadros/portales transportadores". Manejar dos personajes al mismo tiempo ofrece un aire fresco con ataques combinados e interesantes interacciones con el escenario. En esta ocasión, las armas y las magias mejoran con el uso. Quizás es el Castlevania que más abusa de esas habilidades y eso le hace algo más fácil que Dawn of Sorrow. Posee como mínimo dos finales y recomiendo encarecidamente no vender ningún ítem que encontréis a no ser que tengáis más de uno de ese tipo. Es interesante manejar a Richter y a Maria, y a las gemelas en los extras.
- Order of Ecclesia
Pienso que es un Castlevania injustamente infravalorado porque reúne lo mejor de la vieja y la nueva Castlevania. La primera parte ofrece la linealidad y el plataformeo de la antigua Castlevania, mientras que la segunda parte explota más la exploración del mapeado de la nueva Castlevania (post-Symphony of Night). Su sistema de glifos es, quizás, uno de los sistemas de combate más inteligentes de un juego de plataformas, porque por fin los corazones "castlevanienses" ya tienen una eficaz utilidad, se obliga a atacar y a moverse con mayor inteligencia, su adquisición ya no es tan fácil como en Dawn of Sorrow, y se posibilita las combinaciones y fusiones de ataques mediante el uso de los dos brazos. Además, es el Castlevania más difícil de los tres.