Humanidad imperfecta
En ese séptimo día,
el señor Dios creó al hombre
luego, creó a la mujer
eso es lo que pone en la biblia.
No conforme con aquel ser,
valióse de ideas selectas
para con sus ojos ver
miles de hembras perfectas.
Y por todo el reino animal,
robó lo mejor de cada cual,
no dejó especie al final,
limitando su capacidad cerebral.
Dejonos un mundo lleno
de seres descerebrados
incapaces de echar el freno
ante el mas simple altercado.
Fusionó esas cualidades
y en una botella las metió
pero viajando por ciudades
un águila le asaltó.
Dónde vas sinvergonzón
le dijo el águila a Dios
a crear mi última obra
¿Me llevaría vos?
Y el águila temerario
abrió sus alas a la par
y salió como un corsario
volando sobre la mar.
Un viento de mil demonios,
una maniobra mal,
se derramó la botella,
sentándole a Dios fatal.
¡Bestia inmunda ten cuidado!
le dijo al ave rapaz
y éste mirandole mal,
le dejó caer en paz.
Cayendo sobre la mar,
tuvo tiempo de pensar
cualidades que había robado
ahora le iban a faltar.
Creóse así un mundo imperfecto,
por la valentía de un ser vulgar,
de robar a cada selecto,
aquello que le hacía mejorar.
Y que fue de aquella botella
que cayó al fondo del mar
pues la encontró ella,
sirena de armas tomar.
Y todo el mundo sabe
que no hay que abusar
pues ella dijo ale!
se la trincó sin pensar.
De repente ella notó
la voz del mismo bisbal
el cuerpo de la fergó
y sabiduría abismal.
Pero en un último sorbo,
ese que guarda el veneno,
de repente, joder chorvo
¿qué era eso, etileno?
Le pasó por abusar
de sustancia tan especial
humanidad sin acabar
y sirena, ser irreal.