Venimos a reivindicar el derecho de los heavies a la autodeterminación. Exigimos un estado propio donde nosotros decidamos con respecto a nuestra cultura como queremos ser sin que otra gente nos invada. No tendremos tanta historia detrás, pero nuestra cultura es diametralmente opuesta a la del resto de ciudadanos. Por ello, manifestamos los siguientes argumentos para exigir nuestra independencia de cualquier estado opresor:
► Tenemos voluntad de autogobierno. A diferencia de otro tipo de gente, los heavies siempre hemos sido independientes de la sociedad, hemos ido a nuestro rollo y tenemos un pasado claramente orientado a hacer lo que nos salga del pijo, saltándonos varias leyes en el proceso. Es parte de quienes somos.
► Queremos evitar el conflicto cultural, pues la cultura de los heavies dista mucho del resto de la población. Tenemos más en común con un punkarra que con los mascachapas, bakalas, hipsters, raperos, pijos, gitanos wannabe, marujas y demás fauna que populan las sociedades modernas. Para evitar los conflictos, debemos tener nuestro propio estado, y que ellos tengan el suyo. Si quieren, que se independicen. De esta forma, no tendremos que disfrazarnos de gente normal y corriente cuando trabajamos o para que no nos miren raro, o crucen la calle pensando que les vamos a robar. Nuestra cultura, desde los hábitos alimenticios hasta la forma de ver la vida, pasando por la música y la gama de colores son radicalmente opuestos al del resto de conciudadanos.
► Queremos evitar la instrumentalización de los heavies por los políticos. Se acabaría el usarnos como asusta viejas.
► Tenemos nuestra propia identidad. Somos mayoritariamente antinacionalistas, por lo tanto, no somos españoles, ni catalanes, ni europeos, ni argentinos, ni chinos, ni pollas en vinagre. Somos heavies. Para nosotros la gente que se identifica con una nación es igual, pues su sentimiento identitario es el mismo cambiando el nombre del trozo de tierra donde su madre puso el culo al parirle. Nuestra identidad depende de otras cosas mucho más relevantes como es el buen gusto musical o los hábitos y comportamientos de nuestra gente.
► Queremos acabar con un trato laboral injusto. Estamos sometidos a los mercados teniendo que aceptar condiciones laborales horribles para que otro gane dinero de nuestro esfuerzo. No podemos seguir aceptando un estado que vele por los intereses de esta gente que nos roba.
► Es un derecho humano el derecho a decidir, o como decimos en nuestra lengua (que también tenemos), hacer lo que me salga de los huevos. Una maruja no es quién para decirme si puedo fumar un porro o no. Estamos siendo oprimidos por una mayoría maruja.
► Para facilitar la reestructuración de España, y todos los países del mundo, que lo necesitan.
► Para tener voz propia. ¿Alguien duda de que Rajoy no representa a los heavies? No tenemos representación en el parlamento ni en Europa. ¿Quién vela por los intereses de los heavies?
► Porque las banderas no nos representan. Nuestra identidad no se define por otra bandera de otro color, se define por las camisetas.
Y por todos estos motivos, y alguno que nos dejamos en el tintero, exigimos que los heavies tengan su propio estado y pedimos un referéndum para la independencia. Ya ha habido demasiadas ocasiones para legalizar la marihuana y no se nos ha escuchado. Ya es tarde para la negociación. Sólo queda la separación.
A día de hoy el concepto de frontera o nación para delimitar el alcance de un estado queda obsoleto, pues siendo capaces de interactuar con cualquier persona del mundo en un instante, el concepto de nación-estado se convierte en una limitación. Haciendo uso de los avances en comunicación y transporte modernos podemos crear un estado no delimitado por fronteras si no por ideología y cultura de forma que nadie interfiera con lo que hacemos ni nosotros interferimos con lo que hagan otros.
Las relaciones con nuestros conciudadanos serán tratadas mediante los tratados internacionales, o como se llamará en el futuro, tratados interestatales. Seremos pioneros en crear un sistema de tratados interestatales que sirva a nivel mundial, ayudando de esta forma a que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos, independientemente de en qué estado vivan, y además, cada ciudadano podrá definir sus reglas con respecto a los miembros de su estado.
Además, a diferencia de los nacionalismos, nosotros no obligamos a nadie a cambiar su estado ni obligamos a nadie a quedarse. Por supuesto, todo el que quiera podrá participar de nuestro estado tras un sencillo trámite burocrático. O no, ya decidiremos nosotros a quién consideramos partícipes. Seguramente tenga más que ver con la cerveza que con el papeleo.
Y también, a diferencia de los nacionalismos, la condición del resto no se verá alterada, pues si se viese alterada implicaría que estabais abusando.
Por todo esto, por favor, apoyad un referendum para la independencia de los heavies. Saldremos todos ganando.