España, y toda la Unión Europea, es un espacio en el que está garantizada la libertad religiosa, y eso significa que cada cual tiene el derecho a creer, o no creer, en la religión que elija, o a no elegir ninguna, según su criterio personal.
Se puede creer que las religiones son auténticas o falsas, que tal religión es falsa o que la única verdadera es aquella, eso depende de lo que cada uno piense.
Pero de lo que no cabe ninguna duda, absolutamente ninguna, porque es un hecho contrastado a lo largo de la historia, es que la oración funciona. Ya sea una oración musulmana, un mantra budista, una plegaria evangélica, judía o católica, el hecho de rezar, funciona. La oración tiene una gran fuerza.
En este caso concreto, me da la impresión de que el autor del hilo es una persona con una gran fuerza espiritual. Ese hecho es independiente de la religión. Tendría esa misma fuerza si fuese musulmán, judío o cristiano evangélico.