Muy buenas.
Con adolescencia complicada o sin ella, creo que es recomendable llegar a la edad adulta y sobrevivir en este erial de humanidad que normalmente es la vida, conociendo unas cuantas cosas de la mentalidad de nuestra propia condición humana y de la la ajena ( se puede investigar en ella por placer o curiosidad, pero la experiencia te enseñará bastante de ambas) , y de cuestiones que nos atañen por nuestra propia naturaleza como el animal racional social que para bien o para mal somos.
Aún con sus variables, una de las "verdades" que más pronto te dará en los morros ( y ojalá que fuera así para todo el mundo) es que lo que se dice amigos.....Vas a tener muy pocos. Algunos pecamos bastante, quizá para no desvirtuar ése concepto que es el único amor absolutamente "puro" y desinteresado aparte del filial, segregándolo de la generosa panoplia que casi cualquiera tiene en materia de conocidos más o menos afines.
Trivializar el sentido de la amistad ( gracias, redes sociales, gracias, sociedad interesada y alienante ) poniendo al mismo nivel las pocas personas que van a estar ahí cuando no puedas levantarte y que con la edad hay que saber entender que ESTÁN aunque no lo parezca y uno no abuse de su hombro ofrecido, con cualquiera de la larga lista de conocidos "no-hostiles" que te toparás en diversas facetas de tu vida y que aunque puedas tener buena química y prime un trato correcto NO SON tus amigos..... Es un error. Si no de base , a la larga.
Me considero una persona sociable, pero intento no caer en las trampas de los condicionantes que suelen regir una serie de protocolos sociales clavadísimos en la supuesta manera de ir por el mundo que se ha de seguir para no ser considerado un bicho raro. Vivimos en la era del confundir conceptos, de apelarnos continuamente a una serie de valores que están muy bien, pero sólo cuando las personas los ejercen por pura ética hacia el prójimo.
Con nuestras vidas y el tiempo en ellas, es imposible "tener un millón de amigos". Y es un decir, pues atendiendo al concepto en su sentido másauténtico, irás creciendo y cumpliendo años dándote cuenta de que en realidad, como el extraordinario tesoro que son, son algo tan escaso como valioso. Y por tu parte, has de atenderlos y repartir ese amor filial no nacido de la sangre, también tú y en la medida retribuída. Y no te olvides......Jamás como un sacrificio o algo que te cuesta.
Comprendo pero no entiendo, esa necesidad tuya tanto por agradar como por querer tener más amigos, o conseguir nuevos. A mí en lo personal, cada vez me da más pereza conocer gente físicamente. Incluso para cosas bastante más supérfluas, por divertidas y necesarias que sean, que una verdadera amistad. Sencillamente, la "sociabilidad" del ser humano, más bien ése exceso de ella con el que se nos martillea para no relegarlos a ser "un paria", me parece un tremendo y atávico error si no se focaliza y dirige bien y correctamente. Pero sobre todo, por iniciativa de uno de abrirle el grifo o no, todo según si los "receptáculos" de lo que sale de ese grifo son los correctos. Con la dosificación, igual y a medida.
Por motivos de causa mayor, obligaciones más bien de hecho, se va a encontrar uno que debe integrarse socialmente en comunidades de lo más dispar. Me refiero a los entornos en los que no prima del todo tu verdadera voluntad. El laboral especialmente. Ahí, toca cuidar un tanto tu supervivencia, y saber ser un buen profesional al mismo tiempo que a ser posible estableces una relación cordial con tu entorno, con toda la ética posible.
Eso, fuera de ahí y llevándolo a cualquier capa de tu vida privada, sencillamente ni es una imposición, ni tienes esas cadenas a no ser que te las pongas tú por tu cuenta, que ya son ganas. Eres un adulto, no has de agradar a toda costa, tú llevas el timón de tu vida hasta dónde buenamente esta sociedad despellejadora disfrazada de meme de Mr. Wonderful te deja. El "éxito social", sólo es una vía para aquellos y aquellas que de un modo u otro sacan rentas de él, materiales o no.
Un saludo.