Os presento una historia corta de miedo, se supone.
-Todavía recuerdo ese hecho terrible, fue espantoso, ¿quereis saberlo?, pues atended…
-Mi nombre no importa, pero he de decir que vivo en Ávila, si, una pequeña ciudad de Castilla y León. De este hecho ya han pasado 10 años, por lo que yo ahora tengo 24. Yo por aquellos tuve un amigo muy bueno, su nombre tampoco importa, él era como yo, curioso. Habiamos oido curiosas leyendas de un tunel que habia por la Encarnación, no habiamos entrado nunca, asi que un dia nos decidimos y entramos…
Entramos por la parte del parque, se nos ocurrió la tonta idea de no llevar linterna, todo era oscuro, teniamos que ir agachados, habia extraños ruidos, tambien estaban los de nuestra respiración acelerada y los pasos lentos y pesados que parecian allí dentro.
Teniamos que ir palpando la pared, que hasta un niño de 7 años estirando sus brazos puede tocar ambos lados, como os relataba ibamos palpando la pared, nos daba un poco de asco, tenia mucho polvo y telarañas por todos los lados. Cuando aproximadamente habiamos completado la mitad del tunel un ruido… de pisadas lentas, muy lentas, por delante de nosotros alguien se acercaba, debía de ser algun chaval como nosotros, pero no sabemos por que salimos por donde habiamos venido, estabamos terriblemente nerviosos. Cuando pasó una semana tal vez, decidimos volver a entrar en el tunel, pero esta vez con linterna. No se sí fue muy buena idea lo de la linterna, porque las sombras que habia nos hacia que estuviesemos mas atemorizados.
Entramos por el mismo sitio de la vez anterior, habia mucha mugre allí, esta vez llegamos antes a la mitad porque teniamos la linterna y no nos deteniamos a palpar mas detenidamente las telarañas o demas “mierda”, pero, otra vez los ruidos, pero esta vez no nos ibamos a detener, así que decidimos iluminar por delante de nosotros, pero… no habia nada, seguimos hacia delante y vimos una puerta… entramos en ella, y algo terrible sucedió, la linterna se habia apagado y no la podiamos encender, ahora estabamos sudando, y lo peor de todo es que no encontrabamos la puerta, seguimos para adelante y encontramos una sala iluminada con una vela, muy consumida, y allí habia un cuerpo de una persona, en el suelo habia un cuerpo de una persona y alrededor todo con sangre, pero se escuchaban respiraciones que no eran las nuestras, y en un momento muy tenso aparecio un niño, tenia el craneo muy grande, y era muy bajito, parecia de 3 años, sus ojos eran pequeños, creo que eran negros, no tenia pelo, estaba casi desnudo, se tapaba con una ropa con sangre. Nosotros estabamos acongojados, los ojos del niño nos miraban, y movia una boca muy pequeña, como susurrando.
-ho… ho… ho… la…a-mis palabras estaban entrecortadas, notaba la boca reseca, al contrario que mi cabello, que sudaba y no dejaba de sudar.
El niño hablo con unos sonidos guturales desconocidos, hablaba bajito, con una voz ronca. Y mientras que hablaba pudimos contemplar unos dientes afilados, parecia que su dentadura estaba formada por colmillos unicamente, y mientras hablaba se desangraba por la boca, pero no parecia importarle, el seguia hablando en su extraño lenguaje. Se fue acercando a nosotros y pude observar que sus pies o sus zarpas mejor dicho, tenian unas largas uñas y unos dedos gruesos. Mientras se acercaba hablaba mas alto y abria mas la boca y sacaba una lengua, que parecia de serpiente, era fina, con ella se acariciaba su dentadura. Estabamos terriblemente asustados, y en ese mismo instante en el que el extraño ser dio un grito se apagó la luz de la vela, no habia luces, oiamos las pisadas toscas del ser, estabamos paralizados, pero en ese instante mi amigo dio un grito de desesperación, y al ser se le oia masticar algo.
-Ayudame… est…a co…sa me está mor…die…ndoooooo. Increíblemente mi oido empezó a captar el sonido del extraño ser con mas fuerza y sabia donde estaba, asi que pegué una patada al ser y cojí a mi amigo y empezamos a correr, milagrosamente encontramos la puerta y salimos, era de noche, miré el reloj y eran las once de la noche, debía volver a casa, y cuando comenzamos a andar miramos el tunel y vimos una sombra que se acercaba a nosotros, pero salimos corriendo hacia nuestras casas.
No volvimos a entrar allí, todavía recordamos aquella aventura con temor, y algunas veces esa criatura me atemoriza en mis sueños…
salu2.