EROTIKA
Era una noche fría, yo estaba
tapado en la cama frente al televisor, mientras hacia zapping, uno de
lo canales que sintonicé estaba emitiendo un programa porno,
llevaba unos días sin masturbarme, así que lo deje y
empecé, poco a poco, a frotarme, cada vez más rápido,
cada vez mejor. En el programa se veía como un ladrón
se metía en una casa con el botín mientras escapaba de
la policía, y mientras se escondía, vio a una mujer
preciosa durmiendo en la habitación de al lado, se aseguro que
no había notado su presencia y decidió acercarse, la
habitación era grande, la cama estaba en medio y un balcón
a la izquierda según se entraba, el ladrón continuó,
cada vez más cerca de ella, hasta que se quedo a tan solo un
palmo de ella, la sabana que la tapaba parecía muy suave, y su
piel aun más, así que el ladrón soltó el
botín en silencio y con su mano derecha acarició el
cuello de aquella mujer, que al estar cerca desvelo su tonalidad de
pelo, era morena y tenia el pelo liso, pero el ladrón no se
fijó en eso y continuó acariciándola, esta vez
bajando su mano por el cuerpo, deslizando la sabana que tapaba su
cuerpo y dejándola al desnudo, su cuerpo era una obra de arte,
algo demasiado tentativo como para dejarlo estar, y el ladrón
no pudo aguantar esa tentación, así que se quito su
prenda superior, una camisa de deporte negra, dejando su torso al
desnudo y poniéndose en pie, en ese momento se veía
como el ladrón había pasado gran cantidad de horas en
el gimnasio durante mucho tiempo, ya que tenia un cuerpo muy definido
y entrenado, lo que le resultaría una ventaja en un
enfrentamiento cuerpo a cuerpo con alguien que le quisiese detener,
pero este no era el caso, ahora estaba colocándose encima de
ella, con una pierna a cada lado de ella, teniendo las dos piernas de
la mujer entre las suyas le agarro los pechos con firmeza pero no con
demasiada fuerza y empezó a lamerle el pezón izquierdo,
como succionando, así parecía que intentaba beber de
ellos, y mientras se entretenía con ese pecho, bajo su mano
izquierda hacia su nalga derecha, y en ese momento se vio que ella
tenia un culo realmente bonito, con una forma redonda y lisa, similar
a un melocotón, y desde luego igual de apetecible o incluso
más. Por dormida que estuviese, continuaba sintiendo, y la
succión que sentía en su pezón y la presión
en su glúteo la hicieron despertarse, pero no sobresaltada,
sino con una sonrisa en la cara, como una buen despertar, y parecía
que había sido eso, porque cuando abrió los ojos y lo
vio deslizo su mano derecha hacia los genitales del ladrón y
empezó a acariciar por encima del pantalón en sentido
rectilíneo, hacia adelante y hacia atrás. El ladrón
se dio cuenta que ella estaba despierta y que le gustaba aquello, así
que dejo de lamerle el pezón y subió lentamente hacia
su boca, mientras recorría parte de su pecho y su cuello con
la lengua, y cuando llego a su boca la beso, fue un beso largo, y
mientras se besaban ella empezó a desabrocharle el pantalón,
mientras el ladrón mantenía su mano derecha jugando con
sus pechos, ella consiguió desabrochar completamente el
pantalón, le bajo la cremallera y le rodeo la cintura con sus
piernas, apoyándose en la cadera del intruso y moviendo sus
dos manos hacia su espalda. El ladrón mantuvo su mano derecha
en el pecho izquierdo de la desconocida mientras con su mano
izquierda subía hacia la parte de atrás de su cuello,
una vez llegó apretó con medida fuerza hacia el,
haciendo que ella no pudiese separar su boca de la de el, mientras
ella movía su cadera de forma muy lenta y suave, como si
bailase debajo de el, esperando algo más de actividad por esa
zona, que se mantenía muy pasiva por parte del chico. El capto
a la perfección ese mensaje y dejo el beso ya, lamiendo su
cuerpo mientras bajaba hacia la vagina, dejo sus brazos retrasarse y
llegar poco después que su lengua a la parte mas intima de
aquella mujer. Una vez las manos estuvieron a la misma altura que los
labios, aparto sus piernas con las manos puestas en su ingle, y
lamiendo el interior de aquella mujer, y una vez que las piernas
quedaron bien abiertas, aparto las manos de ellas, dejando su mano
izquierda apoyada en la cama mientras con el dedo índice de su
mano derecha la masturbaba introduciendo su dedo en ella, fue
entonces cuando subió su cabeza al clítoris y empezaba
a jugar con el y la punta de su nariz, algo que no duro mucho, pero
que a ella le gusto le encanto, pero el ladrón dio paso, dejo
de jugar con el clítoris para empezar a lamerlo, al principio
a una velocidad moderada, pero progresivamente, a la par que su dedo
índice, iba acelerando el ritmo. Ella mientras tanto, jugaba
con sus pechos con ambas manos, pero bajó su mano derecha
hacia la cabeza del ladrón e hizo una mínima fuerza
contra ella, insinuado que acelerase un poco el ritmo, e
inmediatamente noto la obediencia de aquel hombre. Ella empezó
a gemir silenciosamente, pero su respiración ya llevaba un
rato acelerada, y ahora parecía que aun más. El ladrón
continuaba, pero ella decidio poner freno a esto y le dijo al
desconocido que se tumbara en la cama boca arriba, el chico obedeció,
ella se coloco encima de el, y con su pantalon ya previamente
desabrochado, empezo a quitarselo de forma deslizante, le quito el
calzado y le continuo deslizando los pantalones mientras besaba sus
ingles y sus entrenadas piernas hasta que el pantalon quedo
totalmente fuera. Ahora estaban los dos completamente desnudos, y
ella paro durante un segundo para mirarlo, ver como era el, ver como
era su cuerpo, y decidir como empezar. Se acerco a sus genitales con
la cara y los acarició como si de un peluche se tratara,
prácticamente los estaba mimando, parecía un abrazo,
aunque no era exactamente eso, pero pronto empezó a jugar con
su lengua, la movía arriba y abajo de una forma muy sensual
mientras la frotaba en su pene, su mano izquierda acariciaba sus
testículos con cariño, y su mano derecha estaba apoyada
en su cadera, fue entonces cuando la punta de su lengua empezó
a lamer la punta el pene de aquel desconocido que había
logrado seducirlo mientras dormía. El coloco su mano derecha
en su cabeza mientras su mano izquierda la mantenía apoyada en
la nuca, detras de su propia cabeza como punto de apoyo para estar
más cómodo. La chica decidió avanzar, dejo de
jugar con su lengua y le comenzó una felación lenta
pero profunda, ya que se aseguraba que en cada avance su garganta
llegase a tocar el pene, y que el pene quedaba total o casi
totalmente introducido en su boca. Fue entonces cuando el utilizo su
mano derecha, ya apoyada en la cabeza de su estupenda anfitriona
sexual, para ayudar a llegar hasta el final en cada movimiento que
daba ella, haciendo algo de fuerza para que su pene llegase bien
adentro de la boca de ella. Como es normal ella sentía algunas
arcadas al principio, pero rápidamente se acostumbro y dejó
de notarlas, así que incremento la velocidad de la felación,
cada vez movía su cabeza más rápido, y siempre
llegando hasta el final, mientras intentaba mirar a la cara del
ladrón para ver su reacción, y el la miraba para ver
como lo hacia, y mientras ella continuaba acelerando el ritmo,
consiguió ver la cara del ladrón, en la que estaba
reflejado el placer que sentía. Eso fue algo que la motivó,
y su ritmo aumento, aun se esforzaba más por que su boca
pudiera albergar más pene en su interior, aunque le costaba
algo tragar saliva, ella continuaba. Ahora fue el quien dijo “basta,
pon te tu ahora debajo mirando al techo”, ella dejo la felación,
se incorporo y se movió por el lado izquierdo de la cama, y se
tumbó. El se coloco encima, volvió a hacer como antes
ya había hecho con las manos, abrió las piernas y se
apoyo en las ingles, mientras, poco a poco, introdujo su pene en
aquella vagina mientras ella gemía algo más alto que
antes, ella tenia la vagina igual que antes excepto porque ahora
estaba más caliente. Ella notaba el peso del cuerpo de aquel
desconocido en sus ingles, y aunque no era de su agrado, tampoco era
molesto, simplemente lo notaba, así que lo dejo estar, y a
cada nueva introducción, ella se movía unos centímetros
hacia arriba, pero los retrocedía rápidamente, así
esto parecía un baile lento, pero que se iba transformando en
un trote poco a poco, y ambos esperaban con impaciencia ese momento.
El ladrón aparto las manos de las ingles de la chica, momento
que ella aprovecho para rodear de nuevo la cadera del desconocido con
sus piernas, solo que esta vez, por cada vez que el se la metía,
ella apretaba un poco con las piernas, como si lo abrazara un poquito
más fuerte a cada vez. Entonces el volvió a besarla
mientras su torso ya sudoroso entraba en contacto con los pechos de
aquella mujer. Ella dejo de apretarle con las piernas la cadera y las
volvió a abrir, mientras el la agarraba de los tobillos y le
levantaba las piernas dejando su cuerpo doblado. Ella abrió
los brazos para aumentar la estabilidad, porque con la fuerza que
ejercía el ladrón sobre ella pronto perdería el
equilibrio e interrumpiría el acto, y eso es algo que ella
ahora odiaría, y mientras el le aguantaba las piernas arriba
con una mano, con la otra empezó a jugar con su culo de nuevo,
pero esta vez no con las nalgas, sino con su ano, ella no sabia que
hacer ahora mismo ya que ella nunca había tenido relaciones
anales, y aunque le atraía profundamente probar esa sensación,
también la aterraba, pero se quedo callada, a la espera de ver
como continuaba eso, que incluso con dudas sobre ese juego, no podía
resistirse a continuar ahora. El mantuvo el dedo haciendo pequeños
círculos alrededor de su ano, incluso un par de veces hizo
amago de introducirlo, pero sin darle tiempo a que el agujero se
dilatara el ya sacaba el dedo y se centraba en los círculos y
en mantener el ritmo. La respiración de ambos era ya muy
acelerada, y el sentía que no podría aguantar
reprimiéndose mucho más, ella parecía sentir lo
mismo, y sus piernas parecían tener voluntad propia por poder
abrirse algo, así que al notarlo el ladrón la soltó
de los tobillos y con ambas manos en la cama se hecho encima de ella.
Ella aun tenia las piernas en alto, y al notar que el se abalanzaba
sobre ella hizo algo de fuerza con las piernas, pero vio que no era
necesario, que sin necesidad de esforzarse sus piernas ya podían
aguantar que el pecho del desconocido. Ahora la escena era desde un
plano lateral, se la veía con la espalda en la cama, la cabeza
en la almohada, las piernas en alto y a el apoyado en las piernas de
ella, y en sus propias manos sobre la cama, mientras continuaba
metiendo y sacando su pene, ya a un ritmo bastante rápido,
entre las piernas de aquella mujer. El empezó a resoplar, ya
poco podría aguantar, y un gemido algo agudo le llego al oído.
Ella también estaba en las ultimas, estaban sofocada, apretaba
la mandíbula, tenia los ojos bien abiertos y a cada penetrada
soltaba algo más de aliento. En cuestión de segundos
ella gemía de forma regular, con un volumen suficientemente
elevado como para despertar a cualquier persona en unos 10 metros a
la redonda, y sentía que la vagina escupía, a la par
que el ladrón, que al notar algo parecido a un escupitajo en
el pene, que estaba dentro de la vagina, se corrió en varios
golpes. Ambos estaban acalorados y cansados, y como buen anfitriona,
ella le invito a quedarse a dormir lo que quedaba de noche, y a la
mañana siguiente ya se vería. Se acostaron juntos, ella
de lado, y el detrás, atrapandola entre sus brazos por la
cadera, con las manos acariciándole la vagina hasta que se
durmió, poco después de ella.