Después de unas 3 o 4 horas de darle, he de decir que es un juego notable, de 8. Gráficamente es decentillo, con estilo Darksiders, esto es: ciudad en ruinas con materia orgánica pegada, un clásico poco inspirado.
La dificultad es menor que en un souls. El avance es fácil y no se muere mucho una vez le pillas el punto. Así que se llega fácil a los jefes, los cuales sí van a requerir varios intentos por nuestra parte, raro será matarlos a la primera.
El sonido es correcto y la jugabilidad muy fluida, me gusta bastante.
El juego mejora tras la primera hora, en la que nos presentan las dinámicas típicas de un tutorial.
El equipo se puede mejorar igual que en los souls, hay puntos de guardado como en los souls, pero al morir parece que no pierdes nada de nada, así es fácil subir de nivel. Nadie se va a atascar,además de ser muy lineal.