Space Lord escribió:Si me van a dar juegos a 60fps feos como el culo de poco me servirá la fluidez, del mismo modo que si ponen la consola al límite de su potencia gráfica para jugar a menos de 30fps.
Supongo que como todo en la vida, lo interesante es el equilibrio. Es la opción que faltaría en esta encuesta.
Que Switch no sea la consola más potente no es excusa para que haya que conformarse con juegos anticuados. Ahí tenemos ya fantásticos ejemplos como Zelda BotW, Fast RMX, ARMS, Mario Kart 8 Deluxe... para demostrar que se puede conseguir ese equilibrio.
¡Ya pueden cerrar el hilo! Toda la razón
Switch tiene la potencia suficiente para (de la mano de una buena dirección artística) ofrecer juegos muy vistosos y modernos junto a una jugabilidad impecable, sin tener que entrar en el fotorrealismo.
ARMS por ejemplo luce de maravilla, a 1080p y 60fps.
Las empresas creadoras de Hardware se encuentran enfrascadas en la lucha eterna por la potencia (una batalla sin sentido existiendo los PC), mientras que los juegos cada vez son más caros de desarrollar y pocos estudios pueden permitirse competir al nivel del triple A en cuanto a gráficos y recursos.
En Switch, los desarrolladores encuentran una plataforma en la que el estilo artístico/jugabilidad vuelven a primar en lugar de la potencia y el derroche de recursos, ofreciendo una plataforma en la que muchos más estudios no tan grandes pueden competir.
Durante la última generación se empezó a originar una brecha enorme entre el triple A y el juego indie que no había existido nunca. Se entró en una dinámica en la que los juegos eran o muy innovadores y con recursos muy limitados, o repetían formula una y otra vez de la mano de unos recursos estratosféricos nunca vistos en la industria hasta el momento.
Muchos géneros que iban a desaparecer encontraron su salvación en las consolas portátiles PSP - DS, porque no tenían nada que hacer en las consolas de sobremesa (XBOX 360 - PS3).
Me gustaría pensar que en Switch (de la misma manera que pasó con las portátiles de esa época, PSP, DS, o más tarde 3DS), se genera una plataforma en la que los juegos son simplemente juegos, y no indies o triples A. Una plataforma en la que la jugabilidad, la originalidad y la diversión primen por encima del fotorrealismo. Una plataforma en la que estos juegos se sientan cómodos y puedan competir, sin verse categorizados al instante como productos menores o de segunda.