Yo estuve en una residencia y la verdad es que no tengo ninguna queja. Tenía habitación individual con baño, me libraba de limpiar y cocinar. No tenía que pelearme con compañeros por las tareas de la casa, el pago del alquiler... como sucede en ocasiones cuando se comparte piso... vamos, que yo estaba genial allí.
Tiene sus restricciones, como no poder meter gente de fuera a la habitación o el tener horarios para las comidas (de salida y entrada a la residencia no tenía). Otro punto negativo es el precio, compartir piso suele salir más económico. Pero vamos, para mí las ventajas compensaban las desventajas. Además el ambiente era muy bueno, hice muchos amigos allí y guardo recuerdos muy buenos.
Así que personalmente me quedo con la residencia, sobre todo porque me gusta tener mi independencia y un piso te obliga a compartir muchas obligaciones y a tratar con los compañeros en todo momento, algo que en una residencia sólo haces cuando te apetece. Eso sí, residencia con habitación individual. Que de no ser así me decanto por un piso, no me atrae nada eso de compartir cuarto con un extraño y no tener nada de intimidad.