Me llama la atención esta frase de Albert Bosch, catedrático de microbiología de la Universidad de Barcelona: «quien sufre gastroenteritis excreta niveles elevados de virus, que de alguna manera van a parar al agua o los alimentos».
Digo yo que habría que investigar cuál fue esa manera, porque de lo contrario no se evitará que se repita la contaminación.