Normalmente las fotos no se ven ya que no se detienen a analizar una por una. Desde hace años está todo automatizado, incluso el proceso de revelado de los negativos.
Recuerdo una de las primeras máquinas que vi por estos lares de revelado digital, fue a mediados de los 80, la máquina de largo ocupaba como una habitación y de ancho como unos dos metros y algo.
Esta máquina no era totalmente automática ya que primero había que revelar los carretes para sacar el negativo. Una vez que lo tenías un tío iba pasando foto por foto de ese negativo por la máquina, tenía una especie de visor pequeño donde se podía ver si la foto estaba encuadrada o no, una vez encuadrada apretaba un botón y en segundo y pico quedaba digitalizada, vamos que era un escaner, eso sí, muy rápido para aquella época.
Cada foto que pasaba por el escaner quedaba en la cola de impresión a la espera de ser imprimida, una vez imprimidas y secadas estas pasaban a unos separadores que las clasificaban por carrete de fotos, o grupo de fotos según quisiera la persona encargada de la máquina, estos separadores se iban moviendo hasta llegar a donde estaban los sobres donde automáticamente también eran introducidas las fotos.
Esto era en los años 80, hoy en día se hace de forma automática incluso el sacar la película del carrete, la máquina escanea el código de barras del carrete para luego asociarlo tanto a los negativos, que también revela la propia máquina, como a las fotos una vez imprimidas en papel.