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Si os gusta el cine, es casi seguro que, como yo, en algún momento de vuestra infancia habéis intentando recrear vuestra película favorita. Una cámara, unos amigos, muchas risas y recuerdos para toda la vida: nunca terminamos nuestra versión de ‘Pesadilla en Elm Street’. Sin embargo, Chris Strompolous y sus amigos se quedaron mucho, mucho más cerca de finalizar una versión casera y adolescente de ‘En busca del arca perdida’.
Es una historia legendaria. Comenzaron en 1982 recreando plano a plano la primera aventura de Indiana Jones con la paga que les daban sus padres y la videocámara familiar. Tardaron 7 años, pero pudieron completar el film y, años después, proyectarlo en todo el mundo. Sólo quedaba un pequeño fleco para darse por satisfechos. Y es que hubo una escena que nunca fueron capaces de recrear.
32 años después, ha llegado el momento de rodarla y dar carpetazo al proyecto. Gracias a Kickstarter.
https://www.youtube.com/watch?v=YlhI15Bl9GM
En 1981, el visionado de ‘En busca del arca perdida’ deja katakroker a Chris (de 12 años) y su amigo Eric Zala (de 11) y se enfrascan en la ardua tarea de reproducirla con los medios a sus alcance. Porque sí, porque querían y les encantaba. Como un homenaje y un juego y finalmente, un viaje iniciático.
En aquella época el parque de reproductores de vídeos era escaso, y a la película le quedaba algunos años para aparecer en formato doméstico. Así que cuando el film fue reestrenado en 1982, se plantaron en el cine con un magnetofón y, junto con fotos y artículos, crearon un storyboard de 649 planos con el que trabajar.
El “rodaje” se prolongó a lo largo de 7 años, con los innumerables problemas que os podéis imaginar. Efectos especiales como el de la piedra gigante complicaban la labor (probaron hasta 6 alternativas hasta que consiguieron quedar contentos con una hecha de yeso). Una mudanza eliminó a la protagonista femenina original, inutilizando un montón de tomas. El huracán Helena se llevó uno de los armazones de bambú que se pueden ver al principio del metraje. Hasta prendieron fuego a un sótano tratando de recrear una escena en un bar.
Años de fines de semanas y vacaciones empleadas en esta locura. Golpes, trastazos peligros y contratiempos que les convirtieron en famosillos locales. Los adultos les miraban con cariño y condescendencia, y su insistencia consiguió que les dieran permiso para rodar en un portaaviones estacionado en la zona local. Todo un lujazo con el cual no podían ni soñar cuando comenzaron con el proyecto.
Hasta las hormonas se pusieron de por medio: en el paso de la infancia a la adolescencia, un flirteo de la novia de Cris con Eric puso en peligro la producción. La culpa de todo la tiene Yoko Ono. Pero no llegó la sangre al río. El rodaje fue completado en 1988 y los amigos se separaron para ir a la universidad, si bien nunca perdieron el contacto y con el tiempo, volvieron a trabajar juntos.
Con la llegada de internet les llegó la fama. Harry Knowles, responsable de la web ‘Ain’t Cool News’ fue su primer valedor, si bien algo involuntario: en 2003 organizaba un festival en el que se iba a proyectar en primicia ‘El Señor de los anillos: Las dos torres’. El material de proyección no llegó a tiempo, así que Knowles decidió poner su versión para entretener al público. Cuando por fin se pudo comenzar a proyectar la nueva aventura de Frodo y compañía, el público abucheó la idea. Estaban encantados viendo a Strompolous y compañía.
Siguieron los homenajes y las proyecciones multitudinarias en todo el mundo: cualquier fan del cine puede apreciar la pura pasión por el medio que destila su visionado. ¡Hasta les recibió el propio Spielberg en su casa! La aventura de estos cineastas de fin de semana está recogida con todo lujo de detalles en el libro‘Raiders: The story of the greatest fan film ever made’. Hay incluso rumores de una posible adaptación de este libro, dramatizando la infancia de los muchachos y todo el rodaje de la adaptación. Pero el último capítulo de esta historia está aún por escribir.
Como hemos indicado, hay una serie de planos que no se llegaron a rodar: la lucha entre Indi y un gigantón calvo al lado de un avión nazi en marcha, cuyas hélices utiliza nuestro héroe para acabar con el malvado. Con su nueva fama, los “Raiders” quieren terminar, por fin, lo que comenzaron hace ya 32 años. Para ello piden a sus fans 50.000 dólares: una cantidad diez veces mayor a la que se estima se invirtió en el resto de la cinta.
Su plan: construir un planeador exprofeso para hacer la escena y reunir a todos los responsables de esta locura, comenzando por su Marion, Ángela Rodríguez, que ahora vive en la otra punta del país. El fin de fiesta será hacer explotar el avión. Todo será documentado por Jeremy Coon, productor de ‘Napoleon Dynamite’, que está preparando un documental sobre las aventuras de estos chicos, ya convertidos en hombres hechos y derechos.
Los contribuyentes tienen un buen montón de recompensas por apoyar el Kickstarter: desde copias del DVD finalizado a libros firmados, papelitos como extras o hasta varios recuerdos originales del rodaje de la película, incluida la chaqueta que usaron.
¿Lograrán nuestros amigos reunir los 50.000 dólares necesarios? De momento la meta queda un poco lejos: no han llegado a los 10.000, pero queda tiempo de sobra por delante. Algo nos dice que, de una manera u otra, se las apañarán para terminar, por fin, su loca aventura de juventud. Son tan cabezones como soñadores.