El lunes me dejaron un Samsung Tab para trastear con él, y tras un par de días he de decir que... me quedo con mi iPad... En primer lugar este dispositivo parte con desventaja, la desventaja de quienes ya poseen un iPad y de que, quienes lo poseen y quieren un Samsung Tab no piensan invertir 700€ más en él. El formato no me ha gustado nada, lo veo excesivamente grande para tratarlo como móvil, incómodo para tomar fotos (no sabes cómo agarrarlo) y pequeño para usarlo como tableta. iOS está infinitamente más optimizado para el hardware del iPad que lo que lo está Android para el Tab (se nota cuando tiene que cargar y mover gráficos).
Ayer me puse a pasarle unas canciones y sencillamente, es igual de cerrado en ese aspecto que Apple. Necesitas el Samsung Kies (lo que viene siendo iTunes para Apple) y sincronizar con el Tab los contenidos musicales que quieras transferir. Podría seguir estableciendo comparaciones o razones por las que prefiero el iPad, pero también quiero romper una lanza a favor del Tab... La tarjeta micro SD, los botones de acceso rápido en su parte inferior, el GPS y la cámara con flash hacen que el dispositivo tiente a un usuario que busca algo diferente y mayor funcionalidad en una inversión de dinero bastante alta... y es que los precios tanto del iPad como del Tab son como para pensárselo mucho.