El padre orgulloso, levantó al pequeño, a este ser traído recientemente al mundo y que con su rostro arrugado mostraba su desconcierto ante todo. En manos del iniciado, el niño guardó silencio, mientras el aceite bautismal marcaba su frente.
La madre, con ojos llorosos, abrió el teclado de piedra. El sistema arranco ante la orden ceremonial del iniciado. Las palabras se formaron en el aire y todos repitieron su saludo.
"¿Cúal es su nombre?" Preguntaron las palabras
Ambos padres, escribieron el nombre de su hijo, Pedro y apretaron el enter en forma de rubí tallado.
Ante los presentes se elevaron de nuevo las enormes las palabras.
"Pedro en el día de hoy has sido indexado, que en este momento y apartir de el, toda tu vida quede registrada para su búsqueda y contemplación posterior".
"alabado sea Google sobre todas las cosas" Sentenciaron los presentes con fervor.