A ver, los de correos, delicados precisamente no son, en uno de mis muchos envíos me ocurrió una cosa bastante curiosa y es que el tipo una vez introdujo los datos del paquete y pegó los sellos, etc... pues en vez de molestarse en recorrer los 2 m de distancia hasta la caja en la que guardan los paquetes, pues cogió y lo "encestó", así, en mi cara.
Si de cara al público y sin cortarse un pelo, hacen esto, imaginaros que otros "deportes" harán en el almacén.