Un hombre se gasta 150.000 dólares en cirugía para convertirse en Kim Kardashian (con escaso éxito)Tiene 23 años, se llama Jordan James Parker, nació en Manchester, es un varón y, como es normal, se parece poco o nada a Kim Kardashian. Como un huevo a una castaña, a pesar de haber gastado una suma obscena de dinero en cirugía (más de 120.000 euros) para asemejarse a la modelo estadounidense.
Este singular individuo, de profesión maquillador, ha pasado nada menos que cincuenta veces por el quirófano para retocarse labios, cejas, mejillas y otras muchas partes de su desdichado cuerpo en ares de emular (sin mucho éxito) a la protagonista de ‘Keeping Up With The Kardashians’.
En la siguiente imagen, ¿sabrías decir cuál es la verdadera Kim Kardashian?
Por si esas cejas que parecen pintadas con un Edding – pero en realidad están tatuadas – no lo han delatado, el amigo James Parker aparece a la siniestra, luciendo morritos a lo Carmen de Mairena con orgullo y no poca satisfacción. La vergüenza ajena, al parecer, también se la extirparon.
A cambio, este transformista con dinero que quemar se ha inyectado cólageno, bótox y quién sabe qué otras porquerías en las proximidades de sus oscuros ojos y también del moreno (porque los retoques también han pasado de cuello para abajo).
De Kim, afirma, se aprovechan hasta los andares. “Es la mujer más hermosa que ha habido jamás”, aseguró Jordan embelesado a un atónito reportero de The Sun. “Su piel es perfecta, su pelo… Todo en ella”. Cualidades que ha tratado de reproducir con resultados más decepcionantes que el club de waterpolo de los Gremlins.
Sin duda la más llamativa de las intervenciones a las que se ha sometido James Parker sea la llamada “rostro vampiro”, que consiste en inyectar en la cara sangre de otras partes del cuerpo. Una técnica que suena desagradable pero dio excelentes resultados a la auténtica Kardashian, que también pasó por las manos de un Drácula con bata blanca.
Si el objetivo de James Parker era “romper internet”, emulando una vez más a la modelo, parece que va por buen camino. La horda de admiradores y trols que siguen su perfil en Instagram supera en el momento de escribir estas líneas los 14.400 integrantes.
No es de extrañar que tantas personas hayan caído víctimas del irresistible atractivo de este maquillador, que confiesa ser un “vicioso del ensanchamiento labial”. Se dejará un pastizal en vaselina, pero el dinero no es problema para este britanico. “Nunca me sentí mejor conmigo mismo”, afirma.