El problema del suicidio es que es un tabú. Cada año en España se suicidan entre 3 y 4 mil personas, pero como no se habla de ello, salvo excepciones como el caso de los deshauciados, pues lo vemos como algo rarísimo, porque es lo quieren que veamos, o mejor, no veamos.
En la página del INE, te lo pone claramente si buscas información:
Desde 2007, siguiendo los estándares internacionales en la materia, se ha adoptado la decisión de suprimir los boletines del suicidio, y obtener la información estadística relativa al suicidio a partir de la información que ofrece el boletín de defunción judicial que se utiliza para la Estadística de Defunciones según la Causa de Muerte.
Lo que viene a significar: vamos a hacer todo lo posible por maquillar las cifras, poniendo la causa de la muerte que nos salga del rabo.
Si los suicidios reconocidos son más de 3.000 y con este percal, pues nos podemos imaginar las cifras reales.
Nos han vendido la moto de que el suicidio es algo casi inimaginable, excepcional, rarísimo, con lo que se esconde y es realmente difícil poder ayudar a una persona en ese trance.