No te restriegues, ni se te ocurra. Si no se te pasa con las propias lágrimas o echándote agua, llegate mañana al médico a que te lo mire. A veces un granito de arena se puede incrustar y ellos lo sacan en seguida, pero tú no lo intentes, que puede que salga bien, pero tb te puedes hacer daño. Así que ya sabes, no te toques, simplemente échate agua o deja que actúen las lágrimas. Si te sigue molestando, ve al médico.