No es bueno ser susceptible para no sufrir mucho en la vida con la falta de respeto y consideración de los demás.
Pero hay más ignorancia y estupidez que maldad.
Eso sí, ser un poco susceptible puede ser una protección frente a incompetentes y malvad@s porque cuando el instinto te salta ante las faltas de respeto de una persona, te está dando una información que deberías considerar.
Personalmente creo que la falta de respeto, incluso leve, es una advertencia, más que una ofensa, que no debemos pasar por alto.
En la práctica: por ejemplo si vas a comprarle algo a un tendero, y nada más entrar por la puerta ves que es un maleducado, quizá sea buena idea desistir de la compra. Lo mismo si vas a un bar.
Las faltas de respeto nunca son un buen presagio de nada, sino más bien todo lo contrario. Claro que también te puede engañar una persona con modales refinados y buena educación, pero quien te ofende ya desde el primer momento, te está diciendo con claridad que te equivocas confiando en esa persona.
Y no se debe confundir la grosería, la falta de educación, el "barriobajerismo", con tener personalidad. O mejor dicho, ser un maleducado, estar insultando constantemente a todo el mundo, no significa tener personalidad.