Se dice que Phantom, proyecto infinitamente retrasado, podría salir por fin en el 2010. Según unas atrevidas declaraciones del máximo responsable de la consola, Paco Pil, "va a moler a hostias a la competencia hasta en el carné con su potencia y sus gráficos fotorrealistas". De momento, los que hemos tenido la suerte de verla hemos alucinado con sus portentosos gráficos y con su control totalmente revolucionario, basado en la interfaz ojo-mente. Ya no requiere de tele, lastre que sufrían las consolas anteriores. Se conecta a un marco, preferiblemente vacío, hueco y sin usar.
La primera demo técnica da buena cuenta de su potencia. Durante los cinco minutos en que la probamos, vimos a veintidós personas pasear y girar sus cabezas con todo detalle sin ralentizaciones. Incluso no notamos presencia de polígonos. El control ojo-mente ha sido satisfactorio. Controlábamos a los diversos personajes que iban pasando mediante pensamientos variados como: "Éste, ¿qué hace mirando las domingas de la azafata?", "Vaya, qué irónico. Está jugando a la Playstation 4 cuando lleva una remera de Nintendo", "¿A dónde se dirige éste? ¿Al stand de Atari?" o "Nos está mirando, mejor disimulamos". Creemos, sin duda, que el marco hueco será muy superior a los vetustos televisores y permitirá nuevas posibilidades jugables.
Sólo le hemos encontrado un fallo. Fuera de los bordes del marco, seguíamos viendo a los mismos personajes y pensábamos más o menos las mismas cosas. A pesar de todo, Phantom va por muy buen camino y se muestra como la gran promesa del E3 '09. Una cosa adicional para terminar la nota, es quizás la consola de sobremesa más silenciosa que jamás hayamos visto, aunque le podemos reprochar que no tenga LEDS para que sepamos si está encendida o no. Sin embargo, repetimos que Phantom va muy bien y es muy prometedora.