Seamos sinceros, el control de la recreativa de Sega Rally 2 tampoco es que fuera la panacea jugable, y más después de probar el eterno Sega Rally Championship original.
Otro factor que terminó de echar por tierra a su versión doméstica es que efectivamente su paso a Dreamcast no pasó de aceptable, mientras que la conversión a Saturn del primer Sega Rally (a pesar de las obvias diferencias gráficas dadas las limitaciones técnicas de la consola respecto al Model 2), no es que respetara y transmitiera fielmente las sensaciones de la recreativa sino que mejoró el control a todas luces.
Al menos así lo veo yo, en cuanto a precisión en el control, prefiero jugar con el pad de Saturn a la versión doméstica que sentarme al volante de la recreativa. Sin embargo coger el pad de Dreamcast y jugar a la versión doméstica de Sega Rally 2 no me aporta nada superior a probar la recreativa de Model 3, más bien todo lo contrario.
De todas formas, siempre he tenido la impresión de que se sobrevalora las versiones arcade de los juegos de conducción frente a un control bien implementado en su versión doméstica. En cuanto a precisión y profundidad de juego, para mi gusto y tratándose de arcades, como un buen pad (para jugar a la larga y no como experiencia espectacular de 5 minutos) no hay nada.