Las tarjetas black y las de representación son cosas distintas. Los consejeros tenían dos tipos de tarjetas, la tarjeta de representación, totalmente legal, anque de dudosa ética y la tarjeta black, que era una tarjeta opaca, cuyo saldo se computaba en pérdidas o sustracciones, que es el cubo de la basura de los bancos, donde meten todo aquello que no quieren que se revise.
Evidentemente, estos documentos aluden al primer tipo de tarjetas, no a las black.
Es la misma mierda, la diferencia es que los gastos con tarjetas de representación no pueden empurar a nadie, desgraciadamente no hay causa legal a no ser que la propia entidad emisora reclame por mal uso, cosa que conociendo el percal, creo que no va a pasar.