La última hora referente al revuelo de las filtraciones de Edward Snowden que implican a la NSA y a las operaciones de espionaje ya ha salpicado a Europa y a nuestro país. Ayer
se publicaba el dato de que más de 60,5 millones de llamadas fueron intervenidas en España en tan sólo un mes.
También en el mismo día recibíamos la visita de James Costo, embajador de EE.UU. en Madrid tras ser convocado por el Gobierno español por las filtraciones anteriormente citadas. Costo debía dar explicaciones sobre estas supuestas escuchas y operaciones de espionaje en España, pero tras la reunión pertinente el embajador abandonaba el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación sin hacer declaraciones sobre el caso a tratar. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, declaró que hasta que no tenga toda la información y la "total y absoluta" certeza de las operaciones de espionaje, no tiene previsto tomar ninguna medida al respecto.
Los servicios secretos españoles y franceses son los que espían, luego pasan la información a la NSAHoy abrimos un nuevo capítulo con unas declaraciones no exentas de polémica publicadas por
The Wall Street Journal. Tras las
revelaciones realizadas en el país galo la semana pasada, el director Nacional de Inteligencia de EE.UU. James Clapper replicó diciendo que "la alegación de que la NSA ha registrado más de 70 millones de grabaciones de los datos telefónicos de ciudadanos franceses es falsa".
Esto no fue más que el principio para que varios funcionarios de inteligencia norteamericanos hayan revelado a The Wall Street Journal que "los documentos proporcionados por Snowden se han malinterpretado, ya que en realidad muestran registros telefónicos que fueron recogidos por los servicios de inteligencia franceses y españoles, para luego compartirlos con la NSA".
Los funcionarios de inteligencia estadounidenses han estudiado el documento publicado por el diario francés a principios de este mes, llegando a la conclusión de que no fue realizado por la Agencia de Seguridad Nacional. Según explican, el documento parece ser una diapositiva que se ha montado sobre la base de datos de la NSA con datos pertenecientes a la inteligencia francesa.
Aunque estos funcionarios de inteligencia no han tenido acceso a los documentos citados por El Mundo, suponen que la información puede ser de la misma naturaleza que la del país vecino. Señalan que los registros telefónicos corresponden a comunicaciones captadas en zonas de guerra y en "otras áreas" en el extranjero, aunque no aclaran la cantidad de llamadas interceptadas.
Esta divulgación pone de manifiesto la colaboración y complicidad europea con los servicios secretos americanos, lo cual puede suponer una gran indignación entre los ciudadanos y nuestros propios gobiernos, poniendo por tanto en peligro la cooperación que existe actualmente con EE.UU.
Por último, los funcionarios estadounidenses de inteligencia han explicado que los programas de registro de información en países europeos, son parte de los acuerdos entre los servicios de inteligencia de EE.UU. y sus aliados más cercanos. Además, han señalado que las cifras no reflejan la totalidad de los registros telefónicos obtenidos por Francia y España.