Pues yo creo que sí es coherente con lo que se ha convertido Walter White, es decir, ya no queda nada del antiguo profesor de instituto llamado Walter, ahora es Eishenberg, ha mutado totalmente, igual que una mariposa antes era una larva. De hecho, toda la serie es una descripción de ese viaje interno que realiza el personaje, de ese cambio que se produce en él. Y al final es un Eishenberg 100%, ya no queda en él rastro de Walter White. Lo que sí coincido es que los malos de la última temporada no están a la altura, son un poco flojos en comparación con los magníficos antagonistas que había habido antes.