Lo mejor de la serie es lo bien que te mete en la época en que está ambientada. Emplea gran parte de cada capítulo en intentar sumergir al espectador en ese momento y lugar en que se está desarrollando, simplemente con paneos o movimientos de cámara varios, acompañados de música cuidadosamente elegida, mientras realmente en pantalla tampoco sucede gran cosa. Un ritmo muy pausado que no es para todo el mundo, pero que si te dejas cautivar es un gran disfrute.
Luego están los personajes, ayudados por grandes interpretaciones, que hacen que consigas empatizar bastante con ellos, hasta culminar en ese último capítulo.
No se la recomendaría a todo el mundo, porque no creo que sea un producto para todos, o mejor dicho que todo el mundo sea capaz de disfrutarlo. Pero sin duda es un producto de calidad, que destaca entre tanta serie mediocre.