Visto ya el octavo ha espabilado bastante la cosa y ahora esta temporada final está interesante, pero no deja de molestarme un poco en esta serie ( al margen de la insufrible protagonista ) esa manía de "reflejar" la actualidad siempre al servicio de lo que toca según quién mande en la Casa Blanca. Cuando hay follón en Oriente Medio, ataque ( fictício) israelí a Irán, que es lo que pedían algunos medios de esos lares. Como al final no ocurrió, pelillos a la mar y aquí no ha pasado nada. Cuando el tema de la intromisión rusa en las elecciones, tres cuartos de lo mismo, y ahora que USA quiere retirarse de Afganistán y están en negociaciones, oh milagro, los talibanes son unos santos también en la pequeña pantalla.
En fin, a ver si se acaba de una vez y lo hace con algo de dignidad si es que no lo estropean en lo que poco que queda.