Menos mal que hay una sitcom que no usa esas odiosas risas enlatadas que te dicen cuándo debes reirte. Aunque más que sitcom yo lo llamaría un "no-reality show", porque siendo claro que son actores, quieren darle ese toque espontáneo de los realities, hacer creer que todo está ocurriendo sobre la marcha, y además con los "momentos confesionario". Y también está el tema de la cámara, que se mueve constantemente y tiembla, contrariamente a las demás sitcom tipo (BBT, HIMYM, etc.) donde la cámara está siempre en el mismo sitio y da la impresión de que las casas son enormes.