Llevaban metiendo magia desde la segunda temporada (la mujer adivinó en sueños con qué deformidad nacería el hijo), pero aquí se han pasado tres pueblos. Me gusta la fantasía como al que más, pero en una serie histórica me sobra totalmente.
No creo que esto signifique que la serie vaya a convertirse en una peli de Marvel ni nada, pero sí que es incómodo no poder atenerse a las leyes de la lógica y tener que tomar en serio las profecías y demás chorradas.