La oscuridad... es... preciosa...
¿Habeis sentido alguna vez ese sentimiento de tranquilidad, en el que ninguna parte del cuerpo pesa?
YO hasta ahora no lo habia sentido...
No digo que me guste esto mas que la realidad, solo digo que es increible...
Oia voces, voces lejanas, no sabia lo que decian.
SOlo sabia que no habia ningun tunel al fondo.
Ni estaba san Pedro esperandome, rodeado de nubes y esperando al pie de una gran puerta dorada.
Estaba tranquilo...
Un sentimiento de tranquilidad envolvia mi cuerpo. Sentia los rayos de luz atravesar mi cara, al compas de los baches que la ambulancia cogía.
¿Dolor? Ninguno.
Todo estaba callado... y me gustaba...
Pero a pesar del silencio, podia oir el tragin que los enfermeros traian a mi alrededor...
Al abrir los ojos... no vi ningun hospital, ni las luces del quirofano brillando encima mio, ni a mi madre llorando, ni a Patrick...
Vi un poster de Matt Bellamy, el cantante de Muse.
Vi un techo, muy familiar, de color blanco cadaver.
Estaba en mi habitacion.
Me incorporé, la cama chirrió debajo de mi.
El suelo brillaba como nunca, la luz entraba a bocanadas por la ventana.
Todos mis discos estaban ordenados, todos, menos la banda sonora de Amelie, que me incitaba a oir "La Valse d´Amelie".
Supere la tentacion... ese momento no necesitaba musica.
Me senté a disfrutar de ese momento.
¿Alguna vez habeis tenido un Deja-vu?
Estaba seguro de que eso no era un "fallo del cerebro humano".
La sensacion era muy fuerte.
Y, ahi estaba el.
- Todo ha empezado.
Me empecé a sentir un poco agobiado, sentia mucho calor y me sudaban las manos.
- No tengas miedo.
Mi reflejo estaba de pié. Mirandome fijamente.
Una gran arcada de dolor recorrio mi espinazo.
Y entonces, ahi estaban, las luces brillantes sobre mi. El quirofano.
Tenia una fuerte jaqueca.
Solo podía pensar en lo que me habia dicho mi propio reflejo, de pié, en mi habitación.
Una sombra tapó la luz, la jaqueca aumentó.
Y entonces las voces presurosas encima de mi.
- Ha reaccionado...
- Increible...
Todo sentimiento de bienestar se desintegró al instante.
Mi virgen realidad estaba comenzando.
Me estaba cansando de vivir.