Bueno. Voy a intentar hacer una síntesis.
Lo de eliminar a los terroristas, asesinos y demás escoria no es posible. Ya indiqué que tendría que ser una petición realista. En este caso aplicar pena de muerte o invertir más dinero en seguridad.
En el Mundo ya no hay quitamiedos, así que hay menos secuelas en los accidentes de motos. Por desgracia las drogas son legales y eso influye en el aumento de accidentes por conducir bajo sus efectos. Además, ha aumentado la tasa de siniestralidad laboral por esa misma causa.
El Mundo ha sido dividio en dos partes iguales. Pero la gente no está dispuesta a dejar hogar, trabajo, amigos, familia, etc. para trasladarse. Por tanto hay zonas donde predominan los incívicos y viceversa. Esto provoca conflictos, ya que en las zonas cívicas hay gente que no lo es, y esta gente se queja de la intransigencia de las nuevas leyes pro-civismo. Les parecen opresivas.
En la zona incívica, los ciudadanos cívicos se quejan de que el Amo del Mundo permite un estado de barbarie. Hay conflictos, y los cívicos no renuncian a sus derechos.
Las empresas migran hacia la zona incívica, ya que se permite explotar a los trabajadores con mayor impunidad. Los habitantes de la zona cívica pierden sus trabajos. Hay superpoblación en la zona incívica, por lo que se producen problemas por falta de espacio. Además, la mayor concentración de población haría conveniente que la gente se comportara con urbanidad. Pero en esas zonas hay gran laxitud en ese sentido.
Todo esto, como no, regado con drogas de todo tipo.
Además, debido a que sólo existen dos países, surgen todo tipo de nacionalismos. Algunos muy radicales. Exigen que se respete su realidad individual, su idiosincrasia. Reniegan de esta realidad geopolítica y comienzan los atentados.
El intento de que todos seamos iguales ha reducido la libertad individual. La iniciativa personal disminuye e incluso desaparece. Somos iguales en todo. Los ineptos consiguen llegar a puestos de responsabilidad y bien pagados, mientras que los más aptos ven cómo sus esfuerzos no rinden frutos.
El gobierno es ahora tecnócrata. Por desgracia, debido a la nueva Ley de Igualdad absoluta, los responsables de gobernar, planificar y dirigir no son los más adecuados. Por lo tanto, virtualmente no existe tal tecnocracia. Los servicios funcionan en función de quién los dirige y de su aptitud; o sea, aleatoriamente.
Los motoristas son los únicos que se sienten algo satisfechos.
Yo, el Amo y Señor del Mundo estoy a salvo en mi fortaleza subterránea. Pero las cosas ni pintan bien.