Te despiertas y sólo ves silencio, envuelto en los recuerdos, mirando al pasado y preguntándote porqué pasó. Los amaneceres no son lo mismo sin tí, pero también son diferentes, ya no significas nada, ni antes ni ahora, eres tu con tu indiferencia, lo que provoca mi rechazo y el de los demás. Nunca hubo nada entre los dos, que sólo fueron ilusiones, que siempre me engañastes cuando me decías te quiero y lo eres todo para mí. Pero he dejado de ser aquella niña tonta que conocistes y ahora seré yo la que no quiere nada de tí, por qué el vacío no existe cuando nada se tiene que rellenar.