Project Zero explota muho ese miedo atávico a que los muertos vuelvan. Funciona de puta madre, lo admito, es un gran juego, estoy jugando ahora y me está encantando, pero... Silent Hill, especialmente la segunda parte, explota el miedo a lo desconocido: en ningún momento sabes muy bien qué ocurre. No hay sólo oscuridad y seres de apariencia aterradora: todo en esos juegos es inquietante, sórdido, hostil, desconcertante... Project Zero es terrorífico, pero los Silent Hill tienen ese puntillo demencial y enfermizo que los hace especialmente inquietantes.