Imagina que soy yo quien hablo, porque las lágrimas me impiden ver nada para poder escribir.
Nunca pensaste en nada que no tuvieras delante. No tenías preocupaciones existenciales ni miedo a lo desconocido, sinceramente te envidio, eres para mí, la persona más afortunada que conozco.
A veces pienso que todo fue cosa del destino, tu forma de actuar y vivir la vida, tan alejada de los clásicos. Eso si, no transgredías ninguna norma. Te limitabas a ser tu misma.
Cada noche, antes de acostarme imagino, imagino lo que sentiste al saber la notícia. Lo imagino pensando que es a mí a quién le pasa. Que soy yo quien se entera, que el tiempo se acaba. Y algo raro me invade. Como tú, también hago una lista de las cosas que tengo por hacer. Pero es imaginaría, porque en mi caso, apenas tengo minutos. Minutos para recorrer mi vida, para pensar en todas las personas y cosas que he conocido y que nunca más volveré a ver. En cómo ponerme en contacto con los amores de quien perdí la pista, y, si de algún modo creerían lo que les dijera o se lo tomarían como una broma pesada.
"Hola, siento decir con doble pena, que esto no es una broma, y lo siento porque es verdad aunque no me creas y porqué nunca más podré tenerte en mis brazos. Me voy, siempre te querré. Mirando este hilo de humo que une el cigarrilo con el techo, puedo decir que, tu fuiste mi pequeño gran amor y que elpoco tiempo que estuvimos juntos compensa todos los años de pena que le siguieron. Sabes por qué? Porque es lo único que tengo, lo único que me has dado, los segundos que no se borraron aquella tarde de invierno, los dos abrazados, compartiendo las tantas promesas que nos hicimos."
No sé como reaccionaría la gente al leer algo así, algo que viene de alguien del que hace tanto tiempo no saben nada. Como digo, la pena es doble, triple, cuadriple.. y así podría seguir.. multiplicando con cada ser con el que pienso.
Hace tiempo que dejé de creer en Dios y en todo lo místico. En espíritus que nadie ve, demonios sin cola, maldad etérea... Aún así, confío que dónde estés consigas escuchar mis palabras. Porque en lo que si creo es en ti, y sé que estás en algún sitio, me gustaría pensar que estás en todas partes, incluso a mi lado.
Al final todo se limita a eso, verdad? Conocer, querer, perder y padecer. Conocer a alguien que consigue enamorarte y que cuando crees que ya no puedes vivir sin él, va y desaparece, iéndose también el poco sentido que tenía tu vida, marchándose a la vez las ganas de seguir aquí, pero por miedo o quizás por conservar algo de sentido común, permaneces y sufres, sufres tanto y más de lo que deberías.
Porque éste vacío no es el mismo que cuando cortas con alguien o simplemente te distancias. Sabes que sigue, y que lo puedes ver desde la otra acera, o que cuando ves una foto suya sigue en movimiento, sabes que puedes coger el teléfono y darle un toque, y en último caso ir en su búsqueda y darle un abrazo.
Dónde podríamos nosotros encontrarte? Dónde podría yo ir a buscarte?
Ni todas las luces del planeta, los anuncios ni las mejores prendas, conseguirán que por un solo instante pueda olvidarte. Ahora odio todo eso con más fuerza. No son más que simples elementos de distracción que ponen a prueba a la gente débil, es como un reto, como una estúpida regla, que todos cumplen, pero que es infringida por algunos.
Aquellas canciones que escuchabas, canciones para llamarlas de algún modo, sabes que las odiaba y ahora no consigo parar de oírlas. Me recuerdan lo especial que eras, y lo especial que me hacías sentir a tu lado.
Ya no lloro, tengo una leve expresión de sonrisa, recuerdo el día que nos conocimos. Tu llorabas sin parar y me ofrecí para darte un pañuelo, pero me di cuenta que no tenía ninguno, ni uno de papel. Entonces, te di mi camiseta para que te secaras tus lágrimas. Lo que más deseraría es que ahora vinieras tu a secar las mías.
Te quiero.
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PSx Escrito después de ver la película "Mi vida sin mí"
(Por si alguien la ha visto y se percata de algunas pistas)
PSx2 Mi primer post literario