Cualquier formato analógico (profesional o semi) es mucho más cercano a la percepción real (la que tendríamos al oír una orquesta en directo, por ejemplo) que un formato digital.
Otro tema es la distorsión en la reproducción que puede produrcirse por muchas razones: deterioro del soporte, problemas del reproductor, etcétera. Por ejemplo, los rollos de película sufren ciertas "dilataciones" cada vez que pasan por el proyector (por el calor de las lámparas) y llega un momento en que o son sustituidas por otras copias o puede haber desincronización entre la imagen y el sonido (pequeña, casi no la notas, pero la hay). Otro ejemplo, sería un giradiscos que use una correa para transmitir el giro del motor al plato, esas correas (suele ser una goma) pierde tensión con el tiempo y las revoluciones bajan (ya no gira a 33 rpm, girará a 30 o lo que sea) y eso hace que el sonido sea más grave (tampoco se nota, pero pasar, pasa).
Otro punto es la pérdida de calidad que se produce en la transmisión de la información, ya que al ser información analógica es mucho más susceptible de resentirse por el "ruido" en la señal (malas conexiones, malos cables y cosas así).
En otras palabras, hoy por hoy los medios digitales no superan en calidad a los analógicos (los buenos) en condiciones de reproducción idóneas, pero la verdad es que en situaciones cotidianas la versatilidad de los medios digitales (mayor resistencia de los soportes, menor suceptibilidad a agentes externos negativos y cosas así) los sitúa en una posición de superioridad.
De todos modos, creo que es interesante este enlace porque muestra claramente la pérdida de calidad que se produce durante la digitalización de sonido:
Comparación de onda entre analógico y varios formatos digitales
Edito: Se me olvidaba comentar el enorme ancho de banda necesario para transmisiones analógicas en comparación con el necesario para transmisiones digitales... de calidad normal (a mayor calidad digital mayor consumo de ancho de banda).