Un alemán, un francés, y un español se encuentran discutiendo acerca de lo tontas que son sus esposas. El alemán dice:
- “¡Mi esposa sí que es tonta! Resulta que se compró un Mercedes, ¡¡¡y ni siquiera sabe conducirlo...!!!”.
El francés, por su parte, argumenta:
- “¡Eso no es nada! La mía se acaba de comprar un Renoir y un libro de arte... ¡Y ni siquiera sabe leer...!”.
Por último, el español comenta:
- “La más tonta de todas es la mía. Resulta que acaba de irse unos días de vacaciones. Bien, pues antes de irse, le registré su bolso, y encontré como unos cincuenta preservativos... ¡¡¡Y ella ni siquiera tiene pene...!!!”.
Este no me lo sabía... pero igual tambien se ha puesto, en todo caso, ahí queda este.