Todavía se oye un tintineo lejano, algunas noches de calma. Ecos del pasado que quedaron atrapados en las profundidades de internet y que de vez en cuando, como una vieja botella vertida al mar, vuelven a nosotros.
Ha habido gente que lo ha experimentado cuando estaba sola y ya no ha vuelto a ser la misma. El comportamiento erratico, los cambios de humor y los diálogos inconexos se han vuelto una rutina en sus vidas.