Hola. Estoy realizanndo un estudio para la universidad centrado enla violencia y el sexismo en los videojuegos y haciéndolo, he encontrado por ahí cada bazofia de estuido que me ha puesto de una mala lche que no os podéis ni imaginar. Mis conclusiones y opinión final quí os la deja. Es muy larga, pero si alguien tiene paciencia para leerla y cree que dbería de añadir o de quitar algo, agradecería la ayuda, y ya de paso, una opinión sobre ello.
Un saludo
La sociedad tiende últimamente a echar la culpa de sus problemas a otros, últimamente los videojuegos sirven como chivo expiatorio de multitud de gente que ni siquiera los conoce. Me recuerda a la inquisición de la Edad Media, a la quema de brujas y de eruditos. Esto es algo similar. Gente que se considera progresista y tolerante está comportándose de forma cínica e hipócrita hasta niveles insospechadamente ridículos, actuando como auténticos fascistas hacia los videojuegos. La gente que conocemos este mundo, la industria del videojuego, no podemos dejar de sentirnos atacados por auténticos ignorantes de nuestra afición que no cejan en su empeño de calumniar y desprestigiar una forma de ocio que está en pleno crecimiento y en gran apogeo.
Si leemos estudios realmente serios, hechos por profesionales del sector, por médicos que tratan de analizar pros y contras o por gente imparcial que simplemente se interesa por el tema, podemos leer cosas buenas sobre los videojuegos. Pero si leemos estudios de gente que lo único que pretende es hacer daño porque es lo que queremos leer, entonces nos creeremos sus tonterías, y lo digo bien claro, son majaderías.
Se está llegando a un punto hoy día en que hay que buscarle siempre cinco pies al gato. ¿Existe sexismo en los videojuegos? sí. ¿Existe violencia? También, y mucha. ¿Es malo necesariamente? No, ni mucho menos, me explico: volvemos a hablar de la calificación por edades y de la responsabilidad de los padres así como de la voluntad de cada uno de que consuma lo que quiera, que para eso estamos en una democracia. El elemento sexista, visto desde una perspectiva de persona normal y tolerante, es prácticamente nulo o invisible en el 97% de los juegos, es decir, que pasa desapercibido. Esto no quita para que una serie de juegos no sean políticamente correctos en este aspecto, pero tampoco lo son todas las películas, ni todos los programas, ni revistas, ni publicidad y así podría escribir una lista tan larga que no cabría ni en mil folios. Es obvio que ciertas cosas están en la sociedad en todos sus ámbitos y los videojuegos no son más que un reflejo de la sociedad, y no al revés como se no quiere hacer creer, y que por desgracia, algunos se creen (los que quieren creérselo). Así lo ven personas tan feministas que hacen daño al movimiento feminista. Estas personas, afirman que un juego es sexista porque su protagonista es un hombre. Si fuera una mujer, también, porque tiene los pechos grandes. Y si son pequeños, pues ya buscarán algún argumento fútil que les sirva para seguir echando espumarajos y estupideces por la boca. Podríamos darle la vuelta a la tortilla y decir que los juegos son feministas por mostrar hombres musculados con el torso desnudo y no mujeres atractivas. Cuando se elimine por completo el sexismo de la sociedad, entonces desaparecerá de los videojuegos, mientras, existe como en los demás ámbitos de la vida cotidiana, y yo diría que mucho menos que en otros menos demonizados por el poder de la ignorancia. Entonces, gente con mucho tiempo para divagar y con mucha mala saña, ya encontrarán otro lado por el que atacar. De todas formas, no creo que desaparezca jamás, porque mientras exista democracia, existirán diferentes formas de pensar, ya sean machistas, feministas o asexuales. Lo que pasa es que hoy “mola” mucho ser feminista y como sólo hay blanco y negro, si no, eres machista.
Algo parecido se puede decir de la violencia, bastante presente en los videojuegos. Normalmente se presenta en un nivel tolerable por todos los públicos, pese a que multitud de psicólogos y pedagogos nos digan que los niños pueden traumatizarse, volverse violentos y más teorías igual de infundadas. Mucha más violencia que en la mayoría de videojuegos ven en el propio patio del colegio cuando hay una trifulca entre unos niños o cuando se pegan con su hermano mayor y esto es parte de la vida misma.
Cierto es que hay casos de enfermos mentales, que basándose en un videojuego o por causa de uno, se han dedicado a matar y masacrar a sus iguales, pero si no existieran los videojuegos, seguramente se habrían basado en un libro, en una película o en la foto del paquete de los cereales. Multitud de amigos míos, familiares y conocidos se han criado jugando a videojuegos, con toda su violencia y sexismo explícitos, y hoy son gente normal y el que no lo es, no es por culpa de los videojuegos, sino por una mala educación o un problema mental. Es más, la violencia en los videojuegos muchas veces sirve como válvula de escape y desahogo, Conozco gente a la que le relaja mucho pegar unos tiros al Counter Strike y así dejar cada noche sus tensiones en el teclado y el ratón de su PC, pero de eso no hablan los ciertos “estudios”.
Los videojuegos son eso, juegos, son divertidos y eso es lo que se trata de hacer. No son más que ficción para pasar un buen rato y tanta sandez echa estudio no sirve más que para hacer daño. Dejémonos de demagogia barata (tan de moda hoy día) y de perder el tiempo con esas bobadas y dediquémonos a cosas realmente útiles como a realizar estudios para acabar con la pobreza, el hambre o la violencia doméstica. Y no, la solución no está en erradicar los videojuegos como si fueran Satán encarnado en forma de fontanero italiano.