La
Electronic Frontier Foundation, la organización que más firmemente lucha por los derechos de los usuarios tecnológicos, ha
solicitado formalmente la inclusión de una nueva excepción en la DMCA norteamericana (la legislación que prohíbe romper las protecciones de seguridad) que permita el
jailbreaking de consolas. La EFF ya lo
consiguió con los
smartphones (excepción que también solicita prorrogar) y, siguiendo la misma lógica, pide que se amplíe también a las consolas de videojuegos para permitir el uso de
homebrew y otros sistemas operativos.
Gracias a whitenewage por el aviso.EFF escribió:Las modernas consolas de videojuegos son computadores cada vez más sofisticados. Son capaces de ejecutar no solo juegos, sino sistemas operativos completos. Sin embargo, los tres principales fabricantes (Sony, Microsoft y Nintendo) han desarrollado restricciones técnicas que fuerzan a los usuarios a utilizar únicamente los sistemas operativos y el software aprobados por el vendedor, incluso aunque el resto de opciones no infrinjan ningún copyright. Esto limita severamente no solo la elección del consumidor y el valor de la consola para su propietario, sino también los incentivos para que desarrolladores independientes creen sistemas y software que podrían expandir el mercado para estos dispositivos y promover el progreso de la ciencia y las artes en estas áreas.
Por ejemplo, cuando Sony lanzó PS3 en 2006, promocionó una característica clave como era la posibilidad de ejecutar Linux en ella. Sin embargo, en abril de 2010 bloqueó dicha característica mediante una actualización del firmware, dejando a los usuarios y desarrolladores que dependían de esta funcionalidad sin ninguna opción de restitución. Para afrontar esta situación y restaurar la funcionalidad completa, usuarios, aficionados, expertos de seguridad y desarrolladores de software crearon métodos de jailbreaking para descifrar y modificar el firmware de PS3 y habilitar con ello la interoperabilidad con aplicaciones y sistemas operativos de terceros. Sin embargo, los esfuerzos para recuperar el control sobre sus dispositivos estuvieron bajo la amenaza de denuncias por parte de los fabricantes de las consolas.
En 2009, la Oficina del Copyright reconoció que permitir a los usuarios descifrar y modificar el firmware de un dispositivo para permitir su interoperabilidad con aplicaciones legales fomentaba el uso justo, la competencia y la innovación. El mismo razonamiento se aplica al jailbreaking de las videoconsolas para los mismos fines de interoperabilidad. Las restricciones tecnológicas de las consolas para impedir el jailbreaking no protegen el valor o integridad de las obras con copyright; al contrario, representan una decisión empresarial para restringir las aplicaciones que los usuarios pueden utilizar en sus dispositivos. Por lo tanto, el Registrador debería recomendar una excepción similar para las consolas de videojuegos que permita romper las medidas de protección para permitir la interoperabilidad con sistemas operativos y aplicaciones de software independientes. [...]