¿Són los sueños nada más que sueños?

Hola a todos/as!

Aunque esto lo acabo de poner en mi blog, también quería contároslo a vosotros, ya que creo que lo leerá más gente y más gente podrá dar su punto de vista, ya que me interesa saber si creeis en este tipo de casualidades. Es un mega-tocho de esos que a veces escribo, pero es que no soy capaz de resumirlo mas Si llegáis al final, tito luipermom os paga una ronda de cervezas y una caja de aspirinas . Vamos al tema!



Veréis, en la noche del Lunes al Martes tuve un extraño pero a la vez bonito sueño: soñé que iba al banco (Cajamadrid) a hacerme una tarjeta nueva porque la que tengo se había partido debido a que la llevo siempre metida en la cartera (una estupidez porque mi banco es el BSCH ). El caso es que una vez allí me atendía una chica rubia y de intensos ojos verdes, la cual me indicaba muy amablemente que en el campo "firma del cliente" no tenía que escribir mi edad, sino fimar... Una vez superado el incidente, no sé por qué, pero empezábamos a hablar sobre música y la chica decía que la gustaba mucho Amaral (esa misma mañana estuve viendo el concierto en DVD de este mismo grupo, así que tiene sentido que haya aparecido en mi sueño).

Bueno, el caso es que la chica empezaba a decirme que le parecía un chico interesante y tal, así que al final se sentaba en la silla que había junto a la mía y empezábamos a charlar de todo un poco... Ya esa parte del sueño está un poco más difusa porque enseguida llegó la hora de despertarse, pero de todo lo anterior me acuerdo perfectamente...

Pues bien, llega la hora de levantarse de la cama y me quedo como 5 ó 10 minutos tirado encima de las sábanas pensado en lo chulo que había sido ese sueño. Es muy habitual en mí que me acuerde de lo que sueño, pero por lo general no suelen ser sueños tan agradables como este.

La mañana iba a ser agitada: primero al taller a recoger el coche debido a una leve fuga de aceite que tenía (una chorrada, pero quedarse un día sin coche es una verdadera lata) y luego, más tarde a mi tienda de videojuegos habitual a recoger el Animal Crossing de NDS (mi última adquisición )

Sea como sea, la mañana va pasando y ya cuando es casi la hora de comer (a eso de las 13:30) me voy para la tienda que os decía. Una vez allí me encuentro con que están el dueño y una empleada. Nada más poner un pie en la tienda me llama poderosamente la atención la música que tienen puesta: "Días de Verano" de Amaral; ahora bien, no le di la más mínima importancia hasta más tarde... Mientras el dueño me saca el juego y se pone de charla conmigo entra una cuarta persona en la tienda: una chica rubia con ojos verdes; MUY verdes debido al intenso sol que entraba por el escaparate.

Esta chica resulta ser amiga de la dependienta de la tienda de videojuegos, y se ponen a hablar mientras el dueño de la tienda se hace un ligero lío gracias a que el TPV no consigue leer bien mi tarjeta (me suele dar problemas de ese tipo porque la llevo siempre metida en la cartera, y la cartera en el bolsillo del culo, por lo que se dobla ligeramente). La máquina, al tercer intento, consigue leer bien mi tarjeta y entonces mi oído escucha algo que ya empieza a hacerme pensar en mi sueño de esta noche: la chica no trabaja en Cajamadrid, pero sí que trabaja justo enfrente de Cajamadrid, ya que estaba comentando que estuvieron toda la mañana sin luz en el banco con el consiguiente caos...

Total, a todo esto que el dueño de la tienda y la dependienta se empiezan a tomar el pelo y a vacilarse el uno a la otra y viceversa, así que la chica que había entrado hacía un momento se acerca y me dice: "puffff, vaya dos estos; siempre están a la gresca..." Y yo la contesto que es normal, son las dos de la tarde, hora de comer y la tensión ya se palpa en el ambiente debido a que hay hambre. También la comento que a esas horas tampoco hay quien me aguante a mí como no haya comido nada todavía :-D

Sea por lo que sea, a la chica esto le hace mucha gracia y se empieza a reir mogollón; y la verdad es que se me contagia la risa, porque la situación era muy curiosa, ya que el dueño de la tienda y la encargada se estaban peleando por ver quién se quedaba con un muñeco de la película "La edad de hielo 2" que había en la tienda. Pasamos unos segundos muy agradables; riéndo a carcajadas sin saber muy bien por qué. Fue una sensación muy buena, de verdad.

Al final, las aguas volvieron a su cauce y yo me fui (me estaban esperando para comer en casa desde hacía ya un rato) dejando en la tienda al vendedor, la encargada y la chica misteriosa no sin antes despedirme amistósamente de todos ellos. Eso sí, por el camino tuve tiempo de sobra para atar cabos y empezar a pensar si el sueño de esa noche no tendría nada que ver con lo que acababa de ocurrir.

No sé, como estudiante de ingeniería que soy, tiendo a pensar que todo tiene un inicio y una explicación. Que todo tiene su lógica y su modo de suceder; pero es que a esa chica no la había visto jamás antes, sólo en mis sueños. Y es que el hecho de que en ambos casos aparezcan elementos comunes como Cajamadrid, el pelo rubio, los ojos verdes, la tarjeta de crédito defectuosa, que la chica se pusiera a hablar conmigo sin razón aparente... En fin, que son cosas que me hacen pensar; y más si tenemos en cuenta que son situaciones que me recuerdan a dos películas maravillosas que tengo en lo más alto de mis gustos cinéfilos: Amelie (el chico del fotomátón ya conocía a Amelie "en sus sueños") y Los Amantes del Círculo Polar (cuando Najwa Nimri dice "esta es la casualidad de mi vida").

Por lo que estuvo diciendo la chica en los fragmentos de conversación que capté en la tienda, creo que ya sé dónde trabaja (enfrente a Cajamadrid y junto a una tienda en obras), así que tendré que pasarme por allí un día de estos para comprobar si esa chica existe de verdad o es sólo un producto de mi imaginación, ya que tanta casualidad es como mínimo como para pensar un rato, ¿no?

Saludos!!