Después de 11 años en el mercado y
más de 80 millones de unidades vendidas, Sony ha anunciado que abandona la producción de PlayStation 3. Por el momento la compañía solo ha especificado el fin de la fabricación y distribución en Japón, pero es cuestión de tiempo que se tome la misma decisión en el resto de territorios. Actualmente en Europa y otros mercados ya cuesta encontrar nuevas unidades de la consola en las tiendas. Con el adiós de PlayStation 3 se despide la séptima generación de consolas, pues tanto
Xbox 360 como Wii (e incluso Wii U) ya hace tiempo que no se fabrican.
Después del éxito de PlayStation 2, Sony lo tenía todo de cara para conseguir un nuevo triunfo con el lanzamiento de PlayStation 3. Pero inicialmente la compañía jugó sus cartas de forma pésima. Para empezar, la consola costaba ni más ni menos que 599 euros (la versión más completa de Xbox 360 tenía un precio de 399 euros) y
retrasó su llegada a Europa, que no la recibió hasta marzo de 2007, cuatro meses más tarde que Estados Unidos y Japón. Su sonada demora estuvo relacionada con la producción de los célebres
diodos azules del láser.
Uno de los principales reclamos de PlayStation 3 era el
procesador Cell fabricado de forma conjunta por Sony, Toshiba e IBM. La arquitectura que tenía que revolucionar el mundo terminó siendo un auténtico dolor de cabeza para los desarrolladores, que durante toda esa generación crearon la mayoría de sus juegos teniendo como base a Xbox 360, una consola con unas prestaciones más ajustadas pero de trato mucho más amable y amplia base de jugadores.
Pero la Play es la Play. Cuando llegó a Europa se distribuyeron 1.000.000 de unidades y
800.000 encontraron comprador. Las noticias que llegaban desde Estados Unidos y Japón no eran tan buenas. Los nipones se jugaban mucho más que el éxito o fracaso de una consola, PlayStation 3 era el caballo de troya del Blu-Ray, que en esos tiempos luchaba contra HD DVD. Al final, y a pesar del apoyo que este segundo recibió de Microsoft, el formato de Sony salió vencedor.
Con el tiempo Sony consiguió salvar la situación. ¿Cómo? Rebajando el precio de la consola, sacando hasta dos modelos Slim (cargándose la retrocompatibilidad con PS2 en el camino) y poniendo en marcha todos sus estudios. Con PlayStation 3 nació la saga Uncharted, Infamous y LittleBigPlanet, se desarrollaron nuevas entregas de Killzone, se dio continuidad a Ratchet & Clank, Gran Turismo y completó la trilogía God of War. También fue la exclusiva casa de Ni No Kuni, Demon's Souls, Folklore y Journey, así como de cualquier juego
third-party multiplataforma de éxito de la época (Dead Space, GTA IV, Portal 2, Dark Souls, BioShock, Red Dead Redemption, Bayonetta, Mass Effect…).
Mención especial merece
The Last of Us. Con premiso de Wii U y
Zelda: Breath of the Wild, nunca una consola se ha despedido de una forma tan grande, entregando a sus millones de propietarios una nueva franquicia que se convertiría al instante en uno de los mejores juegos de los últimos años. Con PlayStation 3 el equipo de Naughty Dog tocó el cielo y se transformó en la joya de de la corona de SIE Worldwide Studios.
Una de las señas de identidad de Xbox era y es Xbox Live. Con PlayStation 3 Sony imitó el modelo de Microsoft y montó una plataforma
online llamada PlayStation Network (con la posibilidad de mejorar la experiencia pagando una suscripción), que para su desgracia (y la de los usuarios) terminó siendo una de sus pesadillas en abril de 2011, cuando un
robo masivo de datos obligó a cerrarlo por completo durante tres semanas.
Posiblemente la crisis derivada del ataque a PlayStation Network haya sido una de las peores que ha tenido que superar el grupo Sony. La compañía empezó a cicatrizar la herida con
un mensaje de Kazuo Hirai, máximo responsable de la empresa, en el que anunciaba el regreso del servicio en línea para el 15 de mayo de 2011 y la entrega a los afectados de un
Welcome Back. PlayStation Network no funcionó a
pleno rendimiento hasta el 2 de junio de 2011, dejando una factura de
121 millones de euros.
La
scene también visitó a PlayStation 3. En enero de 2010 George Hotz, para entonces conocido como el hacker del iPhone,
consiguió acceso total a la consola de Sony. En agosto de ese mismo año y de una forma bastante extraña, aparecieron en YouTube vídeos de gente cargando copias de juegos y
homebrew utilizando únicamente un dispositivo USB de instalación
Plug-and-play. Había nacido el
PS Jailbreak, y se desató la locura.
En ese momento Sony inició dos carreras. En
la judicial demandó a hackers por haber facilitado las herramientas para vulnerar su consola y a las tiendas y distribuidores para intentar parar la comercialización de PS Jailbreak. La otra batalla consistía en actualizar el
firmware de PlayStation 3 para intentar tapar el agujero de seguridad. Sony consiguió victorias en ambos conflictos pero perdió la guerra.
PS Jailbreak se puso a la venta, se liberó su código y aparecieron clones, incluyendo
PSGroove, una solución casera para que cada uno pudiera fabricarse su propio Jailbreak. Por si esto fuera poco, a finales del 2011 llegó la traca final: el grupo fail0verflow encontró
nuevas vulnerabilidades que anularon por completo la seguridad de la consola. Posteriormente se
liberaron las claves de firmado y aparecieron los
custom firmware.
A pesar de su mal inicio PlayStation 3 terminó la generación siendo un éxito. Con un amplio catálogo y más de 80 millones de consolas la apuesta de Sony acabó por igualar a Xbox 360, que durante toda la generación la estaba superando. Además, PlayStation 3 también sirvió para que los nipones aprendiesen de sus errores e iniciaran su andadura en la actual generación con el pie correcto.