Más allá de las
consolas y los
sensores de imagen, Sony tiene un interesante (e histórico) mercado que poca gente conoce: los monitores profesionales. Los productos del fabricante japonés gozan de una excelente reputación desde los tiempos de las pantallas de rayos catódicos, brindando la clase de amplitud y corrección cromática necesaria en salas de producción e incluso salas de exploración médica mediante sistemas computerizados. Su último modelo, sin embargo, tiene poco que ver con cualquier otro anterior.
Sony ha dado a conocer la
Spatial Reality Display, una pantalla capaz de mostrar imágenes 3D sin necesidad de utilizar gafas. Cabe señalar que no es un sistema holográfico ni nada que se le parezca, sino un monitor LCD 4K "plano" de 15,6 pulgadas con una óptica especial y varios sensores. De hecho, funciona como un monitor 4K convencional cuando no se utiliza para visualizar modelos 3D.
El funcionamiento de la pantalla es relativamente fácil de explicar, no así de implementar. La pantalla genera dos imágenes estereoscópicas 2K, que gracias al uso de un sistema de microlentes se dividen para el ojo izquierdo y el ojo derecho. Al mismo tiempo, una cámara con un sensor de alta velocidad se encarga de seguir el movimiento de los ojos y la posición del usuario para ajustar la tridimensionalidad de la imagen, variando la perspectiva si nos desplazamos.
Dado su funcionamiento, la Spatial Reality Display requiere software especializado y un PC relativamente potente (Core i7 con gráficos RTX 2070 Super) para mover los contenidos y generar una tridimensionalidad lo suficientemente fluida como para resultar convincente. Unreal Engine 4 se encuentra entre las soluciones soportadas, aunque Sony indica que el SDK incluido permite exportar todo tipo de modelos 3D con facilidad.
Si bien la tecnología 3D está muerta y enterrada en el mercado doméstico, la visualización tridimensional todavía tiene su espacio en ciertos entornos profesionales. Por ejemplo, Sony
señala que Volkswagen ha podido sacarle partido en la fase de conceptualización y diseño de automóviles, mientras que Sony Pictures lo usó en el rodaje de Ghostbusters: Afterlife para previsualizar ciertas escenas.
Son clientes con necesidades muy concretas, pero hablamos de la clase de empresas que no tendrán problema pagando los 5.000 dólares que cuesta el conjunto. Un precio que por otro lado no es ni remotamente disparatado si se consideran las tarifas de sus monitores de producción para estudios de cine y televisión.
Fuente: Sony