Sony ha
comunicado que la compañía espera pérdidas netas de 50.000 millones de yenes (unos 357 millones de euros) para el presente año fiscal que terminará en marzo de 2015. La previsión negativa viene acompañada de planes de reestructuración entre los que se incluye abandonar definitivamente el negocio de PCs en los próximos meses.
La cifra pronosticada para este ejercicio llega tras anunciar pérdidas de 128.000 millones de yenes durante 2013, volviendo a cerrar el año en números rojos tras el
ejercicio positivo de 2012. Hace 12 meses la compañía de Kazuo Hirai terminaba el año con beneficios netos de 43.000 millones de yenes, marcando la primera cifra positiva en un lustro.
En 2013 el gigante japonés consiguió mejorar sus ventas un 14,3% respecto al año anterior atribuyéndolo a la bajada del yen, a un aumento "significativo" de las ventas de
smartphones y al lanzamiento de PlayStation 4. La división móvil aumentó un 29,6% los beneficios aportados al conjunto de Sony mientras que el departamento de videojuegos mejoró en un 38,5%.
Las pérdidas netas responden en gran medida a costes de reestructuración, que durante el último ejercicio han ascendido a 177.000 millones de yenes, con expectativas de mantenerlos en 135.000 para este año. A finales de 2013 Sony
recortaba su previsión de beneficios y unos meses después anunciaba la
venta de la línea Vaio a Japan Industrial Partners, una operación que ha tenido varios costes para la compañía.
Hirai anunciaba el mes pasado la estrategia "
One Sony" para reforzar los negocios dedicados a la imagen digital, los videojuegos y los móviles dentro de la empresa. Esta renovada atención a los pilares de Sony vendría acompañada de un esfuerzo para revitalizar la división de TV y para expandir la firma dentro del sector médico. Respecto al departamento de televisores, esta misma semana
Nikkei informaba que Sony ya podría haber movido ficha abandonando la fabricación de OLEDs para centrarse en los LCD 4K.